La semana siguiente, el señor Kim le compró una ballena de peluche.
—No tienes idea, en serio... —le dijo a Taehyung, con la cara ruborizada y el labio temblando de un modo que hizo que el castaño quisiera tocarlo —¡Cuánto lo siento, de verdad, perdón!
—No pasa nada —dijo Taehyung, sosteniendo la ballena torpemente frente a él como si fuera a explotar. Era suave y esponjosa, y de color celeste, el tipo de juguete que le compras a tu hija de tres años que le da un poco de miedo la contaminación. Pero le daba más miedo meterle los dedos en la boca al señor Kim por impulso, así que trató de relajarse. —En serio, no hay ningún problema.
—Dios, es tan humillante. No sé por qué el doctor Choi no me detuvo —balbuceó el señor Kim, estrujando las mangas de su chaqueta de bombardero. Taehyung se preguntó si eso era lo que le había molestado durante toda la sesión de clase; nunca había visto a su profesor tropezar con las palabras por los nervios más que por la emoción. —Créeme, no suelo beber alcohol. De hecho, soy muy poco tolerante. Me encanta el Kool-Aid. Y cuando digo que me encanta el Kool-Aid, no quiero decir que lo combine con algo más, sólo que a veces le pongo dos paquetes en lugar de uno, porque me gusta el azúcar...
—¿Vamos a repasar mi plan de clases? —interrumpió Taehyung, en parte porque temía que al señor Kim le diera un infarto y en parte porque se sentía un poco más avergonzado con cada palabra. El Kool-Aid no debería hacer que se sonrojara; ni siquiera le gustaba el Kool-Aid.
Había tanta gratitud por la forma en que el Sr. Kim lo miraba, que Taehyung medio esperaba (y temía, y quería, y anhelaba) que le dieran un abrazo. En lugar de eso, el señor Kim acarició la ballena de peluche como si fuera un perro de compañía, se dio la vuelta para recoger sus papeles esparcidos por el escritorio y empezó a hablar de la teoría del Big Bang. Por primera vez, Taehyung se sentó en un pupitre de la primera fila, incapaz de encontrar una razón para hacer otra cosa.
El Sr. Kim acercó un pupitre al suyo y tomó asiento, inclinándose hacia delante.
—Ya tienes algo de experiencia en esto —dijo, levantando un maltratado libro que era claramente suyo para que Taehyung pudiera ver los diagramas. —El modelo de la teoría del Big Bang se basa en la relatividad general de mi querido Albert Einstein —se rio, y de repente las palabras tuvieron importancia.
Y así, Taehyung escuchó, con sus dedos frotando una y otra vez el ojo de plástico brillante de la ballena. Pensó que podría acostumbrarse a esto.
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Relatividad General
FanficLas estrellas y el romance chocan cuando Kim Taehyung se enamora de su atractivo profesor de física. Las etiquetas se irán actualizando conforme se vaya desarrollando la historia. [Adaptación y traducción al TaeJin, toda la información y créditos de...