XXXVII. La "verdad" de las premisas geométricas

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—Entonces, ¿qué es exactamente lo que estoy viendo aquí? —preguntó Taehyung, tomando la pila de libros de texto que el Dr. Choi le ofrecía. Acomodó su barbilla sobre la parte superior y esperó a que su profesor le guiara hacia su despacho.

—¡Esto es tan emocionante e ilícito! ¿Son demasiados? Apenas se puede ver por encima de ellos —El Dr. Choi guiñó un ojo por encima de su propia pila de libros, dando un codazo a Taehyung —Al fin y al cabo, ya has superado la edad legal de consentimiento. Esto no es la preparatoria. Al menos en esta universidad no hay ninguna norma oficial sobre las relaciones entre alumnos y profesores. Por supuesto, eso es simplemente porque nadie ha roto el tabú tácito todavía...

—En serio. ¿Qué estamos haciendo?

—El decano es un bastardo malhumorado que bebe té, a pesar de sus magníficos y varoniles pectorales. Podría ser un problema, y más agregando el hecho de parece tenerle cierta "simpatía" al señor Kim.

—Ya entendí, entonces estoy poniendo en peligro su carrera —Taehyung se sintió un poco mal. Respiró profundamente varias veces. —Ya lo sabía. Puedo manejar eso. No es que me esté seduciendo ni nada por el estilo. Asumiré toda la responsabilidad y... oh no, en realidad estoy hablando como si esto pudiera funcionar —se quejó, el peso en sus brazos cayendo más bajo.

—Su prestigio académico podría ponerse en duda —murmuró el Dr. Choi, y no hacía falta ser un genio de la observación para detectar la nota de preocupación —De acuerdo, sólo te está dando una clase. Pero aún puede ser objeto de investigación si parece que está mostrando favoritismo.

—Apuesto a que apenas estoy aprobando su materia. Estamos a salvo por esa parte, creo.

—Taehyung, te adora. Te va a poner mínimo un 80.

—¡Entonces tendrían razón! —gritó Taehyung.

El doctor Choi se echó a reír. Se apoyó en la puerta de su despacho, empujándola con los omóplatos.

—Después de todo este estrés, creo que realmente te lo mereces.

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