CXLVIII. La solución del problema de la gravitación

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SeokJin estaba tendido en la cama; aún olía a sexo cuando Taehyung se deslizó entre las sábanas y se colocó a su lado. También estaba casi desnudo, lo cual era nuevo. Distraía, ponía nervioso, era perfecto.

—Hazme espacio —le dijo Taehyung —Estoy en el borde por aquí.

—Sí, y el pie de espacio entre nosotros es tierra de nadie —señaló SeokJin.

Bien, era más desesperante que perfecto.

—Tenemos que hablar —dijo Taehyung, y se sintió ridículo porque era el tipo de frase cliché que esperaba escuchar en las telenovelas que Jimin veía no tan secretamente cuando estaba de mal humor. No ayudó que Taehyung se quedara paralizado después de aquellas palabras; no se le ocurría cómo demonios iba a hablar de nada. No con SeokJin mirándolo desde la almohada, con los ojos arrugados y el labio mordido. Taehyung quería abrazarse a él e inhalar el mismo aroma que le había lavado.

En lugar de eso, dudó y en esos momentos de pánico, SeokJin se las arregló para acercarse y envolverlo.

—Si tú te asustas, yo me asustaré —advirtió, con las manos calentando la columna de Taehyung.

—No me estoy volviendo loco —Lo estaba.

SeokJin besó su nariz.

—Mmm. Usaste mi champú.

—Usas uno para niños, ¿sabes? —dijo Taehyung, sintiéndose totalmente fuera de su elemento. Cada elemento. Cualquier elemento de la tabla periódica, del planeta, del universo. —En serio, ¿podemos hablar de esto?

—Quiero acostarme contigo —le dijo SeokJin, imposiblemente sincero de una forma que debería haber sido dolorosa pero no lo fue. —He estado pensando mucho en ello últimamente. Me distraes un poco y sólo quedan dos meses para que te gradúes. No es mucho tiempo, ¿verdad?

—Oh, siempre y cuando sea una cuestión de tiempo.

—Sí, y la semana pasada estuve pensando en que debería estar comprando casa pero no lo estoy haciendo. Puedo hacer el estilo de vida de apartamento un poco más. Porque me imagino que esperaré a ver dónde terminas, y entonces tal vez podríamos hacerlo juntos, todo eso de las cortinas y las toallas a juego —Y añadió, rápidamente: —No... no es que te lo esté pidiendo ahora, porque sólo han pasado unos meses y eso sería raro, me doy cuenta por tu cara. Así que finge que no he dicho eso. Pero sí, por eso pensé que estábamos listos para el sexo. Okay, okay. Dios, soy malo en esto.

Taehyung lo miró y procesó.

—No estoy seguro de poder imaginarte con toallas que hagan juego —fue lo que encontró Taehyung, cuando buscó a tientas algo que decir —Tus calcetines ni siquiera hacen juego.

—¿Qué? Es en sentido figurado.

—¿Hay algo más que deba saber?

SeokJin enterró su cara en el cuello de Taehyung.

—Cuando me masturbo, a veces te imagino llamándome Sr. Kim.

—¿Es acaso eso un fetiche? —preguntó sorprendido para después reír levemente.

Relatividad GeneralDonde viven las historias. Descúbrelo ahora