XVIII. La solución del problema de la gravitación sobre el principio de la RG

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Así pasaron dos meses: una clase de astronomía todos los martes y a veces los viernes, los dos pupitres pegados uno al lado del otro en un aula vacía, y una ballena de peluche que pasaba de la estantería de Taehyung a la parte superior de su televisor, y luego al lavabo del baño de Namjoon, y después a una percha en el escritorio de su laptop compartida.

—Es una ballenita muy feliz —comentó Namjoon más de una vez, con una sutil sonrisa en la boca.

Taehyung tenía que estar de acuerdo.

Y Taehyung también era feliz.

No se dio cuenta de inmediato. De hecho, comenzó a escabullirse por la cocina y evitar los espejos cada vez que Taehyung sentía una pizca de curiosidad hacia su cambio de actitud. Pero un día, mientras reorganizaba la colección de novelas griegas eróticas del Dr. Choi para que parecieran al menos medio respetables, Taehyung se detuvo para sonreír a su reflejo en la ventana del despacho. No fue la sonrisa lo que le hizo sospechar, ni el hecho de que no desapareciera una vez que lo hizo.

Era el motivo por el que había sonreído.

—Es martes —dijo a su reflejo.

Luego, con mayor claridad, añadió. —Eres patético.

No es que su vida haya cambiado mucho. Los mayores problemas seguían pisándole los talones a Taehyung, incluyendo, entre otros, las ganas que tenía de acostarse con su profesor de astronomía y física. Para empeorar las cosas, Taehyung tenía que reconocer esa verdad cada vez que se sentaba frente al Sr. Kim, viéndolo iluminarse mientras explicaba galaxias y fórmulas, y el primer telescopio que había roto por accidente.

Taehyung seguía soñando con el universo, sólo que ahora podía darle nombres: pulsares, supernovas, sistemas binarios. Soñaba con el sudor del Sr. Kim enfriándose bajo sus dedos y trazando un mapa de todos los lunares de su columna vertebral, y cómo podría arquearse ante el tacto de Taehyung, cómo podría suspirar. Y cada mañana, Taehyung se despertaba a la realidad; hacía frío en sus solitarios dedos.

Sin embargo. De alguna manera.

Era feliz. 

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