Relatividad General

LI. w = c - v

Taehyung aprendió mucho ese día.

Aprendió que el Sr. Kim no sabía patinar sobre hielo y que no era muy bueno en ello ni siquiera con un poco de tutela. Pero también descubrió que el Sr. Kim aceptaba el tacto como las ballenas el agua, y parecía más propenso que nunca a agarrar a Taehyung por el hombro o el brazo como resultado del contacto inicial. Taehyung todavía se estaba acostumbrando a ello; casi se había tirado de los pelos la primera vez que el Sr. Kim le dio una palmada en la espalda.

También se enteró de que el Sr. Kim tenía las mejores puntuaciones en la mitad de los juegos de disparos del centro comercial. Literalmente, no había quien le ganara.

Cuando le preguntaron con qué frecuencia venía a jugar, el Sr. Kim se limitó a murmurar algo incoherente sobre sus aficiones y a hacer volar a unos cuantos zombis con su pistola de plástico. Taehyung sintió que estaba a punto de entender algo, pero luego lo olvidó.

Luego estaba la película.

La película de terror, que Taehyung había querido ver vagamente -tenía una cinematografía buena y le gustaban las tramas psicológicos- y por la que el señor Kim había profesado un vacilante entusiasmo. Apenas llegaron a las butacas a tiempo porque el Sr. Kim les exigió que pasaran a comprar aperitivos, y se necesitaron sus brazos combinados para llevar de vuelta todas las golosinas y suministros que había comprado. Sin embargo, Taehyung pudo comer algunas palomitas y caramelos, así que no se quejó.

No se quejó especialmente cuando, a mitad de la película, el Sr. Kim se estremeció en su asiento y presionó con fuerza el hombro de Taehyung. Pensó que era una casualidad, pero el siguiente susto de la película hizo que el Sr. Kim le agarrara del brazo y gritara frenéticamente: "Por qué has hecho eso, no lo hagas, no entres ahí, oh Dios mío..."

Para el clímax, el Sr. Kim tenía su cara enterrada en el hombro de Taehyung la mitad del tiempo.

No dijo nada.

—Ha sido increíble —dijo el señor Kim temblorosamente después de que se fueran, pero no parecía que lo dijera en serio, e insistió en acompañar a Taehyung directamente a su dormitorio. "Por si acaso", murmuró, buscando con paranoia las oscuras sombras de la noche.