Relatividad General

CXI. La acción a distancia como proceso

—Así es como se siente una doble vida —le dijo Taehyung a Namjoon al final de la semana siguiente —En realidad no es tan difícil. Excepto que sí lo es. La mayoría de las veces, te sientes más paranoico de lo que se debería, creo.

Namjoon se encogió de hombros.

—Ya eras su favorito, por mucho que el señor Kim tenga favoritos. Los alumnos creen realmente que se están distanciando, no acercando. ¿Es eso un progreso? No puedo decir lo que quieren, en cuanto a impresiones.

—¿De verdad? Huh.

Taehyung sabía que había algún tipo de desconexión que se percibía cuando estaba en la clase del Sr. Kim. No lo miraba más de lo normal, trataba de quedarse con las palabras en la boca y mantener el menor contacto posible. Era demasiado peligroso. Pensaba en cómo había atrapado esa sonrisa contra la suya la noche anterior y se le notaba en toda la cara: Estoy pensando en lo que sentiré al leer cada espacio de tu columna vertebral como si fueran Braille. No puedo esperar a conocerte tan bien.

Fuera de su burbuja de tiempo, Taehyung leyó una nueva antología de poesía, ayudó a Namjoon a construir un prototipo y aseguró a su madre que estaba reservando suficiente dinero para la escuela de posgrado. Pero cuando se reunieron fuera del campus, fue como volver a subirse a una cinta de correr que no se había detenido aunque Taehyung no la estuviera utilizando exactamente. Tropezó un poco antes de volver a coger el ritmo.

Salieron a cenar y se fueron familiarizando con lo fácil que era mantener una conexión los dedos enredados, los tobillos torcidos, el golpe de una frente. Vieron una película en el cine, y dejaron el reposabrazos entre ellos para que se pudieran tumbar el uno contra el otro. A veces, lo único que hacían era leer juntos en el apartamento del señor Kim (y él tenía su propia taza, o al menos Taehyung la consideraba su taza). Apenas dos semanas y Taehyung sentía que estaban avanzando demasiado rápido, pero no quería parar. Pedía más, siempre más; el Sr. Kim se lo daba sin poder evitarlo y, al mismo tiempo, nunca daba el primer paso.

—Es más seguro dejar que tú lleves el mando por ahora —fue lo que le dijo a Taehyung.