Relatividad General

LXXXV. (Fuerza) = (Masa inercial) × (Aceleración)

Le preparó a Taehyung un té. Las botas embarradas se quedaron junto a la puerta, y el menor sorbió la bebida caliente con gratitud. Miró al Sr. Kim a través de los mechones de pelo mojados; era un poco tarde, incluso para un profesor entusiasta.

—Noche académica —explicó el señor Kim, girando un poco en la silla —La lluvia hace que sea difícil ver el cielo desde mi habitación, y mi Internet es una mierda. Así que no había nada que hacer en casa.

—Ya veo.

Observó al señor Kim en su trabajo un rato más: los pálidos y sobresalientes huesos de su muñeca asomando por los puños de su jersey, las pecas del sol que se habían desvanecido con la llegada del invierno. Taehyung las echaba de menos, pero le gustaban otras cosas. Se había dejado crecer un poco el pelo de la nuca para protegerse del frío.

—¿Dónde naciste? —preguntó Taehyung, curioso.

El señor Kim se lo tomó con calma. Hizo sonar el teclado.

—Gwacheon.

—Oh. Nunca he estado.

—Es bonito. Mucha historia. Muchos árboles, cerca de las montañas.

—¿Quieres volver alguna vez?

El movimiento de los dedos del Sr. Kim se calmó. Parecía pensativo.

—No lo sé. Realmente, hay demasiadas cosas que no conozco y que todavía quisiera hacer. En casa, ya he terminado todas las aventuras.

Apoyado en la pared, Taehyung sonrió. El Sr. Kim lo estudió por un momento -no dijo nada, pero no trató de ocultarlo- y luego acercó una silla a él. Le preguntó por el hockey, por los inviernos en Gyeonggi-do y por el lugar donde Taehyung había oído hablar de poesía por primera vez.

Taehyung se lo contó. Y cuando el Sr. Kim le pidió que le contara más cosas de sus libros, también se lo dijo.