Una apuesta divina, el bien y el mal jugando sus mejores movimientos, una diosa dispuesta a equilibrar la balanza.
El corazón se fue de Berk cuando tuvo que elegir entre su amigo o su pueblo, el alma nunca tuvo elección.
Pero el destino es sabio y...
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POV VALKA
-¿Qué estarán haciendo en esa cueva?- escuché a Oswald decirme a mi espalda – ¿habrán encontrado al rey?-
Llevábamos tiempo siguiendo a Drago y su armada, no podíamos intentar detenerlos, eran demasiados contra dos de nosotros y un dragón.
Mi fortuna y mi calma fue saber que no había habitantes en la isla Berserker, mi pesar y mi desgracia fue saber que habían encontrado al rey.
Esperamos durante un largo rato en las lejanías, hasta que vimos salir a Drago y a la mujer. Él comenzó a guiar a sus hombres al mar abierto
-No lo encontraron- le murmuré a Oswald
-¿Y por qué trae esa sonrisa podrida y arrogante?... no los pierdas de vista Valka- los seguimos, justo cuando montaron todos a sus navíos y el barco se alejó a mar abierto, detrás de la colina en la que habían entrado hace unos momentos.
Se detuvieron en el centro de este la armada se formó en una perfecta y enorme circunferencia, ¿Qué está pasando aquí?
Escuché a lo lejos un doloroso y fuerte grito de la malvada garganta de Drago, ensordeciendo al mar que extrañamente cada momento se volvía negro alrededor de esa circunferencia.
Burbujas de gran diámetro comenzaron a aparecer...
-No puede ser-
-¿Qué demonios es eso?- escuché a Oswald mientras el Rey se revelaba en el mar.
-¿Un salvajibestia?- murmuré para mí en cuanto lo reconocí
-Bien.... El archipiélago está jodido-
-No- lo detuve –se quién puede detenerlo-
POV NARRADOR
... una semana después...
-Voy a envejecer esperando la guerra- se quejó Patán aburrido
-Ni explosiones, ni violencia, ni nada, me siento completamente estafado- dijo Brutacio con las manos en la cara totalmente decepcionado
Hipo solo puso los ojos en blanco.
-Acéptalo una pierna, no va a venir, Drago te dejó plantada-
-¿Cómo todos tus intereses románticos, Patán?- se burló Heather
-Drago va a venir- insistió seguro el castaño
-Colmillo- regañó a su dragón cuando este comenzó de nuevo a moverse nervioso caminando de un lado a otro mientras Eructo y Guacara hacían lo mismo –Han estado tan nerviosos estos días-
-Obvio.... ¡Tienen sed de guerra!- gritó Brutilda –eso o están igual de aburridos que nosotros-
