POV NARRADOR
-Hipo- murmuró el líder de Berk al verlo llegar apresurado corriendo hacia él
-¿Qué dem...- apenas pudo expresar el castaño cuando se enfrentó a la realidad, aquel pueblo que hace muy poco se había levantado tras la destrucción nuevamente estaba casi reducido a cenizas.
Algunos atendían junto a Gothi a los vikingos heridos, otros ya se habían puedo a restaurar las casas, otros más solo estaban sentados con la cabeza gacha tomando un respiro de aquella triste realidad.
-Fue un ataque sorpresa y bien coordinado- le contó el pelirrojo a su hijo al llegar a él
-Aunque no muy listos, no se llevaron nada ni tiraron a matar...- intervino Bocón
-O demasiado listos- murmuró el castaño
-Naddod no funciona así- dijo Astrid bajando de Tormenta
-No fue Naddod... pero se quien fue- murmuró Hipo llenando sus pulmones de aire tratando de limpiar su angustia –quédense aquí- les ordenó a los jinetes subiendo a Chimuelo
-Hipo- lo detuvo la ojiazul, el castaño sonrió de lado y la acercó a él
-¿Ves este pueblo?... necesita ayuda para levantarse, ¿quieres ser un vikingo amor?... comienza por ayudar a tu pueblo- le murmuró –jinetes- llamó la atención de todos los chicos –ya saben que hacer- el resto de los jinetes acostumbrados a ese trabajo asintieron
-¿A dónde vas?- murmuró Astrid
-Con un viejo amigo- dijo sin más explicación y salió volando dejando a una aturdida y confundida chica, quien a pesar de la orden trató de montar en Tormenta hasta que el brazo poderoso de Estoico sobre su hombro la detuvo.
-A veces yo también me olvido que es un guerrero- le dijo el pelirrojo a la rubia –y que sus mejores batallas las ha librado solo-
-Ya no tiene por qué estarlo- Estoico sonrió de lado
-Algunas costumbres son difíciles de olvidar... ven hija, hay alguien que deberías ver-
Astrid volvió a ver al horizonte mientras el furia nocturna desaparecía, miró a Tormenta y esta descifró su orden tomando vuelo, si ella no iba a protegerlo, su dragona si lo haría.
POV HIPO
-Sabes el camino- le murmuré a Chimuelo, conozco de quien se trata, y si no me equivoco se perfectamente porque lo hizo.
Un gruñido muy bien conocido para mí llamó mi atención.
-Astrid... te di...- ¿enserio envió a Tormenta a cuidarme?... bueno... supongo que ahora tengo una niñera.
Poco tiempo de vuelo al sur encontré las velas que estaba buscando, lo sabía...
-Vamos Viggo eres lo suficientemente listo para no tratar de emboscarme- murmuré sobrevolando seguro sin perder de vista la embarcación que se encontraba detenida y solitaria a mitad del mar. Ningún otro navío a la vista, saqué mi catalejo estaba sentado solo en proa mirándome atento también, me estaba llamando con la mirada, pero como siempre con Viggo, cada uno de mis pasos tienen que ser bien meditados.
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LA ESPADA Y EL HACHA
FanficUna apuesta divina, el bien y el mal jugando sus mejores movimientos, una diosa dispuesta a equilibrar la balanza. El corazón se fue de Berk cuando tuvo que elegir entre su amigo o su pueblo, el alma nunca tuvo elección. Pero el destino es sabio y...