CAP 22. LA DECISIÓN DEL MAESTRO (Part II)

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POV NARRADOR

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POV NARRADOR

-Estas haciendo lo correcto hijo....- le dijo Finn cuando recibió finalmente el libro de dragones de las manos de Hipo, el castaño asintió y regresó a Chimuelo, miró hacia atrás una ultima vez y salió volando. 

... 3 días antes... 

-Hipo no me hagas esto... no nos hagas esto-

-Te prepararé algunas notas sobre el Nadder en caso de que lo necesites en algún momento-

-Te amo...- Hipo se detuvo en seco,no esperó escuchar esas palabras de la chica, tomó aire y sin darse la vuelta para no mirarla decidió hablar.

-Y yo a ti...- le confesó - y por eso hago esto- finalizó Hipo saliendo de la habitación

Dentro de la habitación una chica sentada sobre su cama se debatía que hacer a continuación, volver a Naddod, acabaría de una vez por todas con la guerra y con sus problemas, después de todo, aún tenía un secreto que guardar, pero irse de esa isla, era alejarse del hogar que buscó durante toda su vida, del hogar que con sus propias manos construyó desde cero, del grupo de personas que eran sus amigos y con los que podía ser simplemente ella, alejarse de su única amiga, y alejarse del hombre que amaba. Ella conocía a Naddod, sabía que ni su tío ni Einar, ni su abuela detendrían el asedio así, eran unos jugadores, pero para su mala suerte.... Ella también.

La nieve había comenzado desde hacía un par de horas, el suelo resplandecía en blanco, la Orilla dormía, el volcán que resguardaba la isla se contrastaba entre su calidez y el frío de la noche, el mar mostraba su enojo por la situación, la dolida luna alumbraba el camino del jinete quien guardaba sus manos en los bolsillos para cubrirse de la helada, mientras él se convencía que era lo correcto y caminaba en dirección a su cabaña.

-Hipo- el ojiverde se giró y ahí estaba, desaliñada, hermosa y rendida una rubia que portaba no más que un ligero y corto camisón y sus botas  estaba detenida bajo la densa nevada, Hipo negó con la cabeza hasta que víctima de el mismo fue hacia ella

-Astrid no me dificultes más esto... por favor- le suplicó

-Enserio ¿Yo estoy haciendo difíciles las cosas? .... tu eres al que le importa poco lo que yo quiero y ya eligió por mí- le recriminó la chica caminando hacia el -no eres diferente a todos los imbéciles que decidieron lo que era mejor para mí antes -

-Si Astrid, soy una mierda de persona ... - respondió el chico terminando con la distancia entre ellos

-Te acabo de confesar que te amo y te importó tan poco... No hizo diferencia en el hecho de que tu quieres sacarme de tu vida- recriminaba furiosa la chica con pequeños empujones sobre el pecho del castaño quién quieto los recibía -nunca debí venir contigo, debí curar sola a Tormenta y resolverme la vida por mi misma-

-Lo comprendo- le dijo fríamente Hipo esforzándose todo lo posible por no complicar más las cosas

-Sabes que... ni siquiera se por que perdemos el tiempo, entrégame a Naddod de una vez... es más  para evitarte la molestia dame el maldito libro y me largo de tu vida esta noche- 

LA ESPADA Y EL HACHADonde viven las historias. Descúbrelo ahora