CAP 18. BANDERA BLANCA

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POV NARRADOR

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POV NARRADOR

-¿Qué haremos?- preguntó Patán sin dejar de mirar al frente mientras el sol se escondía –no podemos dejarlos ahí-

-Tienen a nuestros dragones- murmuró Heather aun impactada por lo que acababa de pasar –ni siquiera podríamos aspirar a entrar ahí-

-Hablamos de Hipo, Astrid... nuestros dragones...- se quejó Patapez –ellos nunca nos abandonarían-

-¿Y qué hacemos entonces?-

-Irnos- los tres voltearon a ver a ¿Tacio? –Gallina tiene razón... miren piensen en esto- los detuvo levantándose -¿Por qué Naddod atacó al archipiélago directamente?-

-Nunca nadie lo entendió-

-Duh... era obvio- respondió Tilda envuelta en tres mantas –por qué no querían que el archipiélago se acercara a Naddod-

-Exacto Bruta... piénsenlo así mis queridos y confundidos amigos... si Naddod no quería que nos acercáramos a él, es porque no podría hacernos frente a todos si lo atacábamos a él en su territorio-

-Están en una isla... no hay manera de huir- completó en tono obvio Brutilda

-Creo que tengo congelado el cerebro... comienzo a creer que los gemelos tienen razón- murmuró Patán

-Entonces... debemos llegar al archipiélago y preparar un ataque a Naddod- comprendió Heather. Brutacio cruzo sus brazos y asintió –así podríamos liberarlos-

-El frio nos pone filosóficos- respondió despreocupada Brutilda -Ahora si nos permiten, iremos a cuestionarnos ¿cuál es el sentido de nuestra existencia?-

-Y también ¿Por qué razón separado se escribe todo junto y todo junto se escribe separado?- completó Brutacio volviendo a caminar hacia su asiento dejando al resto mirarse curiosos y confundidos por aquel cuestionamiento.

Patán miró una vez más al horizonte... y tragó saliva asintiendo para él.

Por una vez, decidió confiar en los gemelos y en especial, en aquellos que estaban encerrados.

***

-Te traje mantas- Astrid levantó la mirada aun encerrada en la celda –hoy parecerá ser una noche fría-

-Entrégaselas a los imbéciles de ahí- dijo señalando con la mirada a los voladores capturados –no estoy interesada-

-¿Podrías dejar de ser tan orgullosa?-

-Tío ¿En dónde está Hipo?... mis amigos... los dragones- preguntó la chica levantándose caminando hacia él

-Tus amigos de regreso al archipiélago, los dragones asegurados e Hipo...-

-Hipo- murmuró en un grito ahogado la chica cuando lo vio entrar

Sujeto por dos hombres, no dejó de mirarla tranquilo, ni siquiera se molestó en mirar a Finn, sus ojos estaban en ella, los ojos de ella, solo lo seguían a él, aun hoy, en aquel momento, seguía sintiendo cada vez que la miraba paz, sin importar en donde estuvieran, cuando la miraba, todo parecía estar en paz.

LA ESPADA Y EL HACHADonde viven las historias. Descúbrelo ahora