Una apuesta divina, el bien y el mal jugando sus mejores movimientos, una diosa dispuesta a equilibrar la balanza.
El corazón se fue de Berk cuando tuvo que elegir entre su amigo o su pueblo, el alma nunca tuvo elección.
Pero el destino es sabio y...
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...2 años después...
POV ASTRID
-Hora de despertar... ¿Astrid?- escucho a lo lejos una anciana voz conocida dentro de mi habitación. Me pego un poco más a la pared y comienzo a caminar más rápido alejándome de ella.
Comienzo a caminar y saludo con la cabeza a algunos conocidos, a lo lejos puedo ver al tercer buque que sale esta semana, cargado de recursos y reservas para el ejercito de Naddod en las tierras de los clanes.
Sigo caminando en las aburridas pero perfectamente alineadas y limpias calles, alguna mujer me mira despectivamente como es costumbre, a otras las veo abrazar a sus maridos y después permitirles a estos subir al barco. Desde que la guerra comenzó, cientos de mujeres han tenido que despedir a sus esposos con la promesa de que cuando los clanes hayan caído estos regresarían, pero como en cualquier guerra, esta promesa podría esfumarse con el tiempo.
Después de la declaración de guerra de los 10 Clanes hacia Naddod, hemos contraatacado, su físico y cultura de la lucha nos han dificultado tanto las cosas, pero su falta de organización y estrategia nos han puesto en ventaja, y me encargare de conservar esa ventaja.
Me dirigí al bosque, con un par de flechas y un arco, nada se compara con un entrenamiento matutino.
-Buen tiro- me interrumpió una voz después de unas horas en práctica
-¿envidia?- lo reté
-Un guerrero no envidia a su aliado, se enorgullece y aplaude la ventaja que les brinda a ambos- contestó Einar serio, no pude evitar poner los ojos en blanco
-¿Alguna vez escuchaste el termino sarcasmo?- bromee con el
-Sí, lo detesto- se quejó mientras tomaba mi arco y lanzaba una flecha hacia un árbol
-Eres un mar de felicidad- me queje respondiendo su acto y clavando una segunda flecha en el árbol de a lado
-Astrid de verdad... déjalo- me ordenó, vaya puede ser tan aburrido cuando esta de malas. –Hoy, los escuadrones Alpha se reunirán... la próxima semana ir a la intervención contra Berk... es nuestro nuevo objetivo-
-Berk...- le dije sorprendida –Creo que es un bastión débil, deberíamos concentrarnos en las islas de los Berserkers- contesté esperando desviar la atención de aquella aldea, esperaba que se rindieran hace mucho, sé que en ese lugar viven mis padres, no los conozco pero se que mi padre es un guerrero, uno que probablemente podría caer en manos de algún guerrero de Naddod.
-Los Berserkers están en el suelo ya, desde el asesinato de Oswald, y con la inexperiencia del nuevo jefe y la hermana, solos cavan más profunda la tumba de esa aldea... Berk en cambio es protegido por el Maestro Dragón y conservan la clave de la victoria-
Superé un poco a la idea, descanse mi arco y me senté en el suelo recargando mi cabeza en un árbol, sentí como Einar se ponía a mi lado y se sentaba también -¿Qué es lo que están buscando?-
