CAP 12. BAJO EL SAGRADO ASGARD

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POV NARRADOR

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POV NARRADOR

-Okey chicos, este lugar es sagrado... por favor, compórtense- les pidió Hipo cuando comenzó a ver su destino mucho más cercano

-Por favor Hipo, nos ofendes- se quejó Patán -¿Cuándo no nos hemos comportado?-

Astrid lo volteó a ver arqueando la ceja

-YA CALLATE ASTRID-

-No dije nada- le refutó la chica sin dejar de volar, Hipo puso los ojos en blanco riendo y siguió dirigiéndolos hacia aquella isla

-Ahora escuchen- los interrumpió –la isla de las doncellas aladas es un lugar peligroso para nosotros los hombres y nuestros dragones, nunca vuelen lejos de donde yo estoy, y por nada del mundo se separen de mi-

-A ver a ver a ver... ¿solo para nosotros?- se quejó Brutacio

-Jaaaah perdedor- se burló la hermana

-Las hembras de los látigos afilados se refugian ahí, por propia protección de su especie, no son muy receptivas con los machos hasta ciertas épocas de apareamiento...-

-Cizalladura es hembra- intervino Heather acariciando a su dragonas

-Pero ha convivido con machos desde que llegó con nosotros-

-Además tuvo al Maestro Dragón en persona para entrenarla- agregó Patapez

-Cieeerto... naaaadieee puede resistirse al Maestro Dragón- se burló ofendido Patán, Hipo negó y volteó a ver a la ojiazul que solo asentía con sus hombros victoriosa, confirmando el comentario del pelinegro. Ni siquiera la indomable valkiria pudo resistirse a él.

Momentos después, finalmente llegaron.

Escondida en una impresionante maleza, en donde el hombre más atento podría perderse aquel maravilloso lugar, una isla refugiaba decenas de destellos dorados sobre el cielo.

Los chicos, veían asombrados que aquellos destellos eran de hecho mujeres con alas.

-Látigos afilados bebés, se refugian en su espalda hasta que son lo suficientemente fuertes como para cuidarse solos- les explicaba Hipo ante la impresión de sus compañeros.

-Son como ángeles- murmuró Patán sorprendido –ahí va mi futura esposa... no esperen mejor ella, oh no, definitivamente será ella...-

Hipo puso los ojos en blanco y les ordenó aterrizar.

-El ultimo desconocido que se atrevió a llegar aquí sin invitación aterrizó en el mar- una voz profunda y segura recibió al castaño que confiado bajaba de Chimuelo

-Lo sé... yo lo lancé- continuó la broma el castaño –Atali-

-Maestro Dragón- un cariñoso abrazo fue dado por la líder de aquel lugar –estaba tan preocupada por ti-

LA ESPADA Y EL HACHADonde viven las historias. Descúbrelo ahora