Una apuesta divina, el bien y el mal jugando sus mejores movimientos, una diosa dispuesta a equilibrar la balanza.
El corazón se fue de Berk cuando tuvo que elegir entre su amigo o su pueblo, el alma nunca tuvo elección.
Pero el destino es sabio y...
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POV NARRADOR
-¿Hipo?-
-Sigan volando- les ordenaba el castaño
-Mi cerebro esta húmedo- se quejaba Dagur tratando de mantener estable a su dragón mientras todos volaban a mitad de una de las tormentas más poderosas que habían visto en ese lado del archipiélago.
-¿Pero qué demonios está pasando?- se quejó Heather aferrándose a Cizalladura
-No sé, pero parece que mientras más nos acercamos al archipiélago, más empeora... ¡aahhh!- se quejaba Patapez
-Lluvia, viento, relámpagos, parece la oportunidad perfecta para que una bestia salvaje marina salga de las profundidades del océano y nos lleve uno... por... uno- continuaba hablando Brutacio quien junto a su hermana parecieran ser los únicos que se divertían
-Te recuerdo que los dragones están en su retiro espiritual al otro lado del maldito mundo- se quejó Patán
-Hipo, por allá- señaló Heather hacia una isla rodeada de nubes y relámpagos
-De ahí debe de provenir la tormenta- comprendió el chico
-Yyyyy por eso nosotros iremos por allá- dijo Patán señalando el lado contrario
-¿As?- se acercó el castaño a la ojiazul que no dejaba de mirar hacia la isla
-Yo he estado ahí Hipo...- murmuró hasta que abrió los ojos en modo de sorpresa y se giró a verlo –Hipo, ahí es el refugio del tal Viggo-
-Espera ¿Qué?-
-Hipo esa es la isla de los cazadores de dragones- le explicó señalándola mientras Hipo ahora centraba su atención al lugar
-Si bueno, son malos y Thor los castigó con una tormentota, aplausos divinos.... ¡¡Ahora vámonos!!- exigió Patán mientras tomaba vuelo con Colmillo al otro lado
-Hipo... ¿tú no planearas...- preguntó nervioso Patapez cuando descubrió las intenciones de su líder
-¿Ir a espiar un poco?- preguntó divertido el castaño con una sonrisa de lado –sería incapaz de eso- dijo con una voz cargada de sarcasmo
-Hipo, Hipo, Hipo- se quejó Patán regresando a su lado –muerte segura por allá- dijo señalando la isla –salir vivos para después pelear una batalla que no entendemos en donde seguramente vamos a morir por allá- siguió señalando el otro lado –lo siento pero hoy no es un buen día para morir-
-Han estado muy quietos últimamente- explicó el castaño
-Primo con un extraño gusto por la muerte... NO HAY DRAGONES, claro que los tipos están quietos... y quizá muertos, ahora vámonos y dejémoslos en sus asuntos, no es como que estén escondiendo algo- le suplicó el pelinegro
-Patán eso es brillante- dijo Hipo emocionado
-¿Enserio? A mí me pareció bastante obvio-
-No, Hipo tiene razón... como nuestros dragones pueden haber más, ellos seguían activos, deben estar planeando algo- intervino Astrid
