CAP.07 A FAVOR DEL VIENTO (Part. II)

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POV NARRADOR

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POV NARRADOR

-¿Té?- les ofreció la anciana mujer a los jinetes

-Siv no tenemos tiempo para esto, ¿en dónde está la quinta lente?... la versión completa por favor- le pidió Astrid, Siv sonrió de lado, se sirvió su propio té y se sentó.

-No existen versiones de ninguna historia completas mi niña, porque incluso después de la muerte, la historia se sigue escribiendo- le refutó tranquila, casi jugando con la impaciencia de la chica, Hipo por el contrario escuchaba atento, a diferencia de Astrid, estudiaba cada palabra de la sabia mujer

-Bien, entonces cuéntame lo que resta hasta el momento de mí y la Quinta lente- le exigió la chica que no dejaba de ver a la luna contando el tiempo que les quedaba ahí.

-No necesito contarte mucho mas de ti ahora, el resto de tu historia tendrás que conocerla por ti... pero es hora de que te cuente de la mía...- suspiró Siv capturando la atención de ambos jinetes -¿Recuerdas cuando te hablé sobre que yo no pertenecía aquí?- Astrid asintió –Vengo de un lugar lejano, tan lejano y oculto que solo aquellos que conozcan su ubicación serán capaces de llegar...- les contaba poniéndose de pie y rebuscando entre sus libros –un lugar erigido por los mismos dioses, el Brezal de Gnita, tan secreto que nisiquiera el mas ávido conquistador de los mares hubiese escuchado de él- les relataba -y es tan secreto por que cada persona en el Brezal de Gnita tiene una misión divina, solo que para algunas nuestro trabajo va más allá de esas tierras-

-¿Algunas?- preguntó Astrid, Siv sonrió de lado

–Algunas mujeres ahí, se les conoce como las Doncellas Aladas, cuando cumplen su mayoría de edad deciden si quedarse en casa o ir a otra isla a cumplir con el mandato divino de Eir...-

-Y cuidar de los látigos afilados bebés- la interrumpió Hipo –una especie de dragón que casi desaparece siglos atrás por instinto propio y que delegaron a la humanidad la tarea de protegerlos... ellas cumplen con esta misión cuidando de las crías hasta que pueden sobrevivir por si mismas- Siv asintió –Atali, su líder, nunca me habló de ti-

-¿Así que Atali se convirtió en líder?, jah, siempre vi tanto talento en esa pequeña niña- admitió la anciana –mi hermana y yo nunca nos convertimos en doncellas aladas, nuestro propio destino nos llamó a Naddod-

-¿Tú hermana?-

-Su destino la llamó después a otro lugar- confesó cabizbaja –como sea... la última lente no está ni en el Brezal de Gnita pero su ubicación si está ahí, cuando llegues...- dijo mirando a Astrid –el mapa te estará esperando-

-¿A quién debo buscar?- preguntó curiosa la chica

-Ese es el punto mi niña, deja a tu destino llegar a ti... funcionó la primera vez- dijo mirando directamente a Hipo, el castaño asintió ocultando una sonrisa –los centinelas salen una hora y esta vez no alertan a los intrusos, váyanse de aquí antes de que causen algún lio- les dijo entregándoles un mapa y guiándolos a la salida –pronto acabará esto... sean valientes- les pidió entregándole un pequeño papel al castaño y asintiendo sin ser vista por la rubia.

LA ESPADA Y EL HACHADonde viven las historias. Descúbrelo ahora