Una apuesta divina, el bien y el mal jugando sus mejores movimientos, una diosa dispuesta a equilibrar la balanza.
El corazón se fue de Berk cuando tuvo que elegir entre su amigo o su pueblo, el alma nunca tuvo elección.
Pero el destino es sabio y...
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POV HIPO
Nuestros mensajeros ya habían llegado cuando nosotros llegamos a la lejana isla de los Avigg, ya no había marcha atrás, como hacía más de dos años, los líderes llegaban a reunirse para hablar de una guerra y potencial destrucción que nos amenazaba a todo el archipiélago.
Como hace dos años, todos sabíamos poco y todo de lo que se hablaría, y de como procederíamos, como hace dos años, el futuro del archipiélago dependería de las elecciones que tomáramos en el presente.
Pero mucho ha cambiado de esos dos años hacia acá, no pude evitar sonreír de lado cuando vi a mi padre bajar de Eructo y Guacara junto a los gemelos, ¿mi padre montando un dragón?, si alguien me hubiera hablado de esa posibilidad hace dos años, probablemente lo hubiera declarado loco. Con las velas de los barcos retrasados, sabía que la comitiva llegaría en nada de tiempo.
Nos tomamos un tiempo para tomar una escala el resto de nosotros, y detrás de nosotros, Mala, Throck y un par de Defensores del Ala se decidieron a unirse a esta reunión cuando les avisamos lo que pasaría.
-Papá- dije mientras era capturado por sus brazos en un abrazo que sabía a alivio -no respiro- le confesé
-Vamos Estoico deja respirar al muchacho- se quejó Moggadon para después capturarme él
-Ayuda- dije apenas con lo que me restaba de aliento
-Si matan al maestro dragón nos vamos a ir al infierno todos- dijo burlón Ossur mientras me rescataba del trágico ataque de abrazos
-Hijo, ¿qué está pasando?- me pregunto preocupado mi papá -los gemelos no son tranquilizadores...-
-No tienen forma de serlo- les confesé -necesitamos ha...- me detuve cuando vi a una muy conocida pelirroja caminar hacia mí, sus ojos verdes parecían turnarse entre verme a mí y estudiar a Astrid quien casi por instinto no tuvo más que ponerse en una posición defensiva
-Hipo- me dijo completamente seria, distando mucho de la alegre y cariñosa jefa a la que estaba acostumbrado
-Cami yooo... - pude apenas decirle
-Ya habrá tiempo para hablar- me dijo desentendida -ahora, reúnanse todos en el Gran Salón- nos ordenó mientras todos la seguíamos.
Con discreción casi mortal, cerró las enormes puertas al entrar todos ahí, asegurándose que nadie más que los necesarios nos encontráramos reunidos alrededor de las grandes fogatas, ya era hora.
POV FINN
-Señor, está listo- me informó el capitán -podemos zarpar en cuanto lo ordene-
Después de pasar semanas varados aquí, al fin logramos reconstruir una embarcación digna que nos llevara de regreso a Naddod.
-En mi pasado vikingo, sabía la facilidad que implicaba comenzar de cero después del furioso fuego de un dragón, pero a pesar de nuestra fuerza y poder... no le resulta sencillo a Naddod levantarse de las cenizas- le murmuré a Einar cuando llegué a él
