Una apuesta divina, el bien y el mal jugando sus mejores movimientos, una diosa dispuesta a equilibrar la balanza.
El corazón se fue de Berk cuando tuvo que elegir entre su amigo o su pueblo, el alma nunca tuvo elección.
Pero el destino es sabio y...
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POV NARRADOR
Un ligero y discreto roce en su espalda fue más que suficiente para que Astrid agachara su cabeza con una sonrisa tímida y se girara a ver con complicidad al castaño que recién se unía a comer con el resto de los chicos, sin expresarse más ni llamar la atención, el se sentó en su lugar de siempre y comenzaron a comer.
-¿Entonces?- preguntó curiosa Astrid pero el castaño y Patapez negaron
-Nada... no existe nada por lo que este libro le pueda ser útil a Naddod- dijo frustrado
-Quizá es verdad, Naddod cree que puede controlar a los dragones con el- opinó Heather pero Patapez volvía a negar
-Finn ya conocía el libro, todo Berk lo hace... no contiene claves ni maneras de entrenarlos ¿crees que nuestros ancestros no lo habrían intentado en ese caso?...- le explicó –Finn ya sabía que este libro son notas de Bork sobre lo que sabía de los dragones cuando los observó y se enfrentó a ellos-
-Bueno bueno... ya, estamos comiendo y en la comida no se habla de trabajo- se quejó Patán con los ojos en blanco –ahora lo importante ¿Qué está haciendo Dagur?-
Entonces todos voltearon a ver a las puertas abiertas de la casa club y lo vieron en su cabaña martillando y clavando maderas a sus ventanas, después de una mirada curiosa entre todos fueron a ver
-¿Emmm hermano?....- preguntó Heather mientras Dagur ya estaba en el techo cubriendo la entrada de su chimenea
-HERMANA- gritó con su emoción maniática de siempre –he descubierto que para despertar en mi cabaña, tengo que no poder salir de ella...-
-Yo no veo fallas en esa lógica- admitió en un susurro Brutilda a su hermano quien asentía mientras Hipo solo ponía los ojos en blanco
-¿No crees que sería más sensato que alguien te vigile en la noche para saber que está pasando contigo?- le preguntó con los brazos cruzados el castaño
-NOSOTROS NOS OFRECEMOS- dijeron los gemelos enseguida con las manos en alto haciendo que todos los miraran sorprendidos, incluso el mismo Dagur
-¿Ustedes?- preguntó en shock Patapez
-Déjalo que se atrinchere en su cabaña, será más seguro para el que una noche con los gemelos cuidándolo- dijo Astrid con una mueca incrédula
-Tu falta de desconfianza me ofende amiga rubia...- se quejó Brutacio –pero creemos que el cuidar del equipo es importante – Astrid conservó su mirada incrédula hasta que Patán se le acerco por el otro lado
-Cierto, no confíes en esos Bruts... ¿Qué te parece si tu y yo pasamos la noche cuidándolo dulzu...- apenas pudo decir cuando un golpe en el estómago proveniente de la rubia lo dejo sin aire
-Suficiente Patán- le ordenó con los ojos en blanco el líder –bien chicos, merecen un voto de confianza- dijo Hipo mirando a los gemelos –serán los encargados de cuidar de Dagur esta noche y descubrir por que termina en un árbol-
