CAP 47. VEGVÍSIR

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Días después

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Días después

POV NARRADOR

-¿Cómo se puede confiar en una jefa que apoya a un traidor?- preguntaba Halvard parado sobre la mesa central de Gran Salón llamando la atención de docenas de refugiados –El maestro dragón no se ha dignado a aparecer en meses y protege a la heredera de Naddod-

-Hipo no es un traidor- refutó desde la lejanía una voz

-Protege a la princesa del pueblo que mató a tu hijo, Spitelout... que mató a cada uno de los hijos, hermanos y padres que no están aquí- Spitelout negó en silencio y se dispuso a salir –yo solo digo lo evidente, Camicazi no está en condiciones de liderar la isla de los refugiados-

-¿Y QUIEN SI?- preguntó Camicazi entrando mientras llamaba la atención de todos -¿TU?... ni siquiera tu propio pueblo te quiere como líder-

-Es hora de que dejemos de perder el tiempo y demos una resistencia real a Naddod, los jefes están muertos, dejemos de esperarlos... si sigues protegiendo a Hipo, Berk se retirará de los 10 clanes y pondrás en riesgo toda la estabilidad del archipiélago-

-Tu no puedes decidir por Berk- le refutó enseguida Bocón –el único que puede dictar un cambio de diplomacia es Estoico-

-ESTOICO ESTA MUERTO-

-¿Ah sí?...- una voz muy conocida por muchos ahí, admirada y querida por otros más y esperada por casi todos retumbó en la entrada del Gran Salón, mientras un enorme pelirrojo entraba junto a un vikingo casi tan vasto como él y un delgado pelinegro al otro costado. Camicazi no pudo hace más que cubrir su boca tratando de contener la alegría que se apoderaba de ella cuando los vio entrar -Llegó la hora-

***

-Noo es que no me guste salir con ustedes... bueno no, la verdad no me gusta- los molestaba Patán –¿pero cuanto falta para llegar a "ese mundo oculto"?-

-Según el mapa faltan solo unas horas- dijo Hipo mientras trataba de leerlo con la escasa luz que la luna les brindaba

-Debimos elegir ir a hundir a Naddod- le murmuraba Brutilda a su hermano estirando la espalada cansada de tanto volar -esto es aburrido y cansado- 

-Nada de lo que valga la pena es fácil- le refutó Hipo

-¿Es uno de tus acertijos? Por qué no es el momento mi amigo... enserio no estoy de humor- reclamó Brutacio

-Hipo creo que hoy tenemos que parar...- sugirió Patapez -las alas de Albóndiga están a punto de desprenderse- 

-El mundo oculto estará mañana también- lo tranquilizó Astrid, Hipo asintió y dio la orden

-Paremos en la isla de allá- les dijo señalando una hermosa y verdosa isla, el clima era excelente, ni frío ni caluroso, y una dulce cascada los invitaba a descansar.

LA ESPADA Y EL HACHADonde viven las historias. Descúbrelo ahora