CAP. 53 LO QUE SEA NECESARIO

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POV NARRADOR

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POV NARRADOR

-Noo estoy muy convencido de esto- replicó Patán mientras continuaban caminando por el bosque dirigiéndose a buscar a los gemelos -¿por qué exactamente nos ofrecimos para esto?-

-Piénsalo Pata Tonto- le dijo Dagur al vikingo que solo se quejó por dicho apodo -cientos de mujeres divinas vagando por las calles de Naddod en busca de aquel caballero que las libre y las salve de su triste y aburrida existencia... y ahi es donde entramos nosotros- le iba relatando conforme Patán ilusionado asentía -por qué admitámoslo este lugar es bello... pero le falta algo de sabor-

-Entonces... ¿no buscaremos a los gemelos?- dijo confundido Patán haciendo reír al jefe de los Berserkers

-Ja... respóndete tú a esa pregunta-

-No, yo creo que no...-

***

-Bien entonces... ustedes se quedaran aquí y nosotros iremos por los gemelos y por los idiotas- dijo Heather saliendo de la cueva

-¿Que no son los mismos?- bromeó Astrid

-Los otros idiotas- le respondió en el mismo tono Heather

-Sigo sin entender... ¿por qué no van ellos y nos dividimos?- preguntó Patapez señalando a Hipo y Astrid mientras Heather giraba los ojos

-Una pierna...- dijo señalando a Hipo -la loca que quemó su pueblo- continuó señalando a Astrid

-Oh... entiendo- decía Patapez mientras ambos salían de la cueva dejando a un ojiverde y una ojiazul encerrados en la cueva cuidando a los dragones.

Como dos adolescentes recién enamorados, ambos se quedaron mirando el uno al otro sin saber que decir, tenían tanta información que procesar, tantas cosas que planear, y aun tanto por descubrir y sin embargo, en ese preciso momento... parecía que todo había tenido a bien desaparecer, dejando en aquella cueva, nada más que a ellos.

Astrid no pudo evitar morder su labio víctima de una sonrisa nerviosa, Hipo, no tuvo más remedio que negar divertido ante tal movimiento de la chica y casi de manera magnética se quedó sin argumentos que le impidieran acorralarla contra la pared y lentamente comenzó a recorrer el labio inferior de la chica con su pulgar bajo la promesa de que poseería dichos labios en pocos segundos

-Lo que sea que pase... lo que sea que sea necesario hacer, lo haremos juntos ¿está claro?- susurró sobre los labios de la ojiazul quien casi sin remedio parecía no poder hacer más que negar preocupada -hey... ¿qué pasa?-

-Hipo... solo tengo el presentimiento de que todo va a empeorar muy rápidamente- el castaño le regaló no más que una sonrisa tranquilizadora mientras acomodaba detrás de ella un mechón travieso de su despeinada trenza.

-Lo que sea necesario pequeña... lo que sea necesario-

***

-Hermano... esta es la mejor idea en la historia de las mejores ideas- se felicitó Brutilda mientras recorrían las calles de un Naddod recién despertado

LA ESPADA Y EL HACHADonde viven las historias. Descúbrelo ahora