CAP 12. SEGUNDO INTENTO

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POV NARRADOR

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POV NARRADOR

-¿Algo?- le preguntó el castaño a Astrid. Llevaban dos días buscando a los dragones, mientras el resto de los chicos trataban de reparar los viejos establos que tenía el ojiverde cuando vivió aquí.

-Nada- respondió frustrada –¿Por qué son tan difíciles de encontrar?¡¡- se quejó con las manos al aire. Por el momento solo habían logrado llevar a los establos a los dos gronckles y al cremallerus, pero llevaban casi 4 días tratando de llegar al látigo afilado y al pesadilla

-Bienvenida a mis últimos dos años- le respondió, justo como ella se sentía el se sintió durante dos años buscando una sola pista de algún dragón

-Penúltima zona de hoy- le dijo bajando a una de las orillas más apartadas en plena costa.

Caminaron por un rato muy largo, poco a poco se adentraron al bosque, trataban de centrar su oído en la espera de un gruñido, un movimiento, algo que les diera una pista, y al fin, la consiguieron cuando un grupo de arbustos se comenzó a mover, Hipo miró con atención, hasta que un enorme dragón encendido en llamas apareció de entre ellos, un enojado pesadilla mounstrosa.

-Tranquilo amigo...- trataba de decirle, Chimuelo y Tormenta como en las ultimas capturas trataban de ser lo menos amenazantes para no asustar al objetivo, de repente sus llamas acabaron y solo comenzó a caminar de un lado al otro preocupado –bien...As, tu turno-

-¡¿QUÉ?!- dijo con los ojos abiertos completamente sorprendida

-Oye yo ya entrené a los pasados, estas lista-

-Claro, ¿no podía estar lista con los tiernos y asustadizos gronckles?... No, tenía que ser con un muy enojado dragón que prende llamas a su cuerpo- Hipo solo rió con el comentario y señalo al dragón con la cabeza, la rubia respiró profundo y comenzó a tronar sus dedos y sonreír –bien- dijo caminando segura hacia el

-Ve con calma- Astrid caminaba lento pero con pasos firmes y seguros, el dragón se detuvo desconcertado sus movimientos y solo la miraba –ahora- le dijo cuando estaba ya a una distancia razonable.

Astrid estiró la mano, muy rápido,más de lo que debía.  Hipo fácilmente pudo ver los ojos del dragón, estaba dispuesto a atacar, sin dudarlo un segundo corrió hacia ella y la sacó del camino de las llamas, los dragones entonces rodearon al furioso dragón hasta que no le quedó más que escapar de ahí.

-¿Eeee estas bien?- le preguntó el castaño nervioso al darse cuenta de lo cerca que estaba de la oijiazul, aún protegiéndola con su cuerpo, estaba sobre ella, sosteniendo su peso en con sus manos a lado de los hombros de Astrid, solo eran centímetros los que separaban sus rostros.

-Eestoy bien- dijo sonrojada la chica mientras sus ojos estaban clavados en el verde bosque del mirar de Hipo, el tiempo se detuvo por un instante incluso el viento parecía que había dejado de soplar, víctima de ella misma y aterrada porque Hipo se levantara Astrid llevó su mano al cuello del chico, pudo sentir su pulso y su respiración, estaba tan agitada como la de ella, bajó solo un poco la mirada cuando notó a Hipo tragar saliva, cuando su mirada se enmarcó con la de el de nuevo, parecía estarle preguntado que debía hacer a continuación, cuando Hipo comenzó a acortar la distancia bajando poco a poco, su pregunta fue respondida -¿Escuchaste eso?- dijo de la nada la rubia haciendo retroceder al ojiverde.

LA ESPADA Y EL HACHADonde viven las historias. Descúbrelo ahora