CAP. 33 EN EL VACÍO

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POV NARRADOR

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POV NARRADOR

Hermanos de guerra, nuestra poesía lleva en los vientos el mensaje final. Escudos hechos trizas, flechas y espadas en los pechos, hachas incrustadas en los casos, la sangre se acumula en los charcos de honor.

Oh mi querido Odín, mi señor, el portador de fe y esperanza para una bondad que se rehúsa a morir, levanta ya de tu letargo, escucha a los estruendos en la distancia, tus guerreros están listos, las alas de la guerra han sido desplegadas, y el cuerno de la batalla está a punto de ser sonado.

Lo sabemos todos, en el mar, en la tierra y en el aire, desde el Midgard hasta Asgard lo sabemos, la única ley que prevalecerá será la de la guerra.

Un final inevitable, un fuego caerá, el otro reinará, sobre el Valhalla, en sus caballos blancos, ellas la esperan, su hermana más pequeña, la última de ellas tomará el mundo que les fue arrebatado o se unirá en el Gran Salón a su lado.

El cielo se nubla, el mar está agitado...

Un destino, una prueba dicotómica... un solo ganador.

Que la aurora los proteja, que la tormenta selle su destino...

Yo, el viento de los dioses... soplaré.

Recitó aquella mujer, sus ropas y su cabello blanco volaban desde la lejanía de una montaña de amatista, completamente pérdida y solitaria a mitad de un mar encantado, se acercó a ella y comenzó a acariciar sus blancas escamas, ofreciéndole un poco de agua fluorescente, le sonrió respiró profundo, miró al cielo, y se volvió el viento.

POV HIPO

-Lo sé amigo- murmuré a Chimuelo después de un rato de haber llegado a una isla cercana al Brenzal –pronto terminará esto-

-Hipo- escuché a Heather llegar a mi lanzándome un papel –es de Ossur, el viento sopla a favor de nuestros barcos, llegarán a su posición en poco- yo asentí y miré la hoja tragando saliva.

Me gire a ver a mi valkiria, ¿Cómo demonios podía ser tan jodidamente hermosa?, tan centrada, tan asustada, mi pequeña ante los ojos de cualquiera puede ser la única que no está asustada por la guerra que tenemos por delante... ante los míos, sigue siendo esa hermosa mujer confundida que encontré en los mercados de la isla Wesster el día de la reunión de los 10 clanes, inocente, confundida, curiosa y arrogante, una de las pocas diferencias con esa chica a quien le quedaba grande el uniforme de Naddod con el que pretendía pasar desapercibida, y la vikinga de hoy, es que ahora monta un dragón blanco y no es solo la chica que se apoderó de mi pensamientos desde ese día, ahora es mía.

Regresé mi mirada al papel, no puedo creer que hice esto, sin embargo, lo hice, oferté a mi mujer, a mi valkiria, a mi vida entera la puse en un papel revelando su ubicación.

-Debías hacerlo, Hipo- escuché su voz abrazando mi espalda, sentí como se ponía de puntillas y besaba mi cuello –es la única forma de atráelos a todos aquí y acabar con esto de una vez-

LA ESPADA Y EL HACHADonde viven las historias. Descúbrelo ahora