Una apuesta divina, el bien y el mal jugando sus mejores movimientos, una diosa dispuesta a equilibrar la balanza.
El corazón se fue de Berk cuando tuvo que elegir entre su amigo o su pueblo, el alma nunca tuvo elección.
Pero el destino es sabio y...
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POV NARRADOR
-Hermana- murmuró Siv en cuanto la vio, Anika la miró de arriba abajo, sonreía de lado, pero ni su mirar ni su sonrisa decían nada.
El tiempo quizá había sido benevolente con la hermosa mujer, pero en su alma parecía haber más obscuridad de la que percibió en ella la última vez que la vio.
Siv se quedaba en silencio estudiando cada uno de los movimientos de su hermana, Anika se movía arrogante por la cabaña, repasando con sus dedos los muebles de la impecable cabaña, tomando sin su permiso libros antiguos y lanzándolos con desinterés casi en una burla a la sabiduría de la autora.
La madera se podía incluso escuchar rechinar a cada paso decidido de Anika y al silencio perpetuo de Siv, la distancia entre ellas se iba acortando a cada paso de la mujer hasta que un par de centímetros fueron los encargados de distanciarlas, se miraron una a la otra hasta que Siv tuvo que separar su mirada y mirar al suelo víctima de la bofetada violenta y traicionera que su hermana le propino.
Siv dejó su mano cubriendo su mejilla pero regresó la mirada con la misma fuerza, la misma paz y la misma calma que antes, no sería la que hablara primero
-Durante años cuestioné mis propios crímenes que llevaron a Leah a expulsarme de Naddod, durante años me pregunté cuál de ellos habrían hecho que me botaran a la furia de Njord, fue hasta que Haakon y Kaha traicionaron a la reina que pude saber la razón de mi condena- le decía con la voz más helada que el propio archipiélago, sus palabras sabían a ironía y sus movimientos a rencor –resulta... que me condenaron por el único crimen que no cometí- dejó escapar una sonrisa de lado –tratar de asesinar a la reina, pase un tiempo pensando en la razón de esa falacia y quien puedo haberlo hecho, hasta que dejó de importarme... hasta que la valkiria se reveló-
Siv tragó saliva, aunque sabía que esto estaba destinado a pasar, el sabor de saber a su protegida expuesta era completamente amargo, especialmente, expuesta a su propia hermana.
-Arrasé mares, fiordos y archipiélagos, me hice de un ejército de mal vivientes dispuestos a morir por la promesa del ser algo más que ratas ebrias tumbadas en un muelle, todo por un día ser lo suficiente para darle cara al pueblo que nunca me dio la oportunidad de defenderme... y resulta que en el camino me encontré al combatiente de Loki, a la valkiria y la traición de mi propia hermana-
...flashback...
16 años atrás
-Majestad- dijo Siv entrando al salón donde la reina hacia una de sus actividades cotidianas, buscar a la pequeña Astrid para que tomara sus lecciones.
-Sabes... a veces me pregunto si mi esposo es aliado o enemigo de esta familia- le dijo Leah harta mientras juntas recorrían los pasillos en busca de la ojiazul
-El rey solo es un abuelo siendo un abuelo...- Leah sonrío divertida tenía que admitir que Siv tenía un punto –majestad...- Siv suspiró profundo –quisiera hablar con usted... en privado- Leah asintió.
