CAP 28. INDELEBLE (Part IV)

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Cuando llegaron a la isla pudieron ver a Colmillo escondido en el mismo lugar en donde habían aterrizado antes y resguardaron a sus dragonas ahí, al menos los chicos habían tenido la conciencia de no mostrar a Colmillo

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Cuando llegaron a la isla pudieron ver a Colmillo escondido en el mismo lugar en donde habían aterrizado antes y resguardaron a sus dragonas ahí, al menos los chicos habían tenido la conciencia de no mostrar a Colmillo.

Conforme se adentraban al corazón del pueblo, la ojiazul miraba con atención la forma y la rutina de vida de una aldea Vikinga, pero esta era muy distinta a aquella que conoció antes de la guerra con los 10 clanes, no había gente alegre por todos lados o alguien tratando de venderte algo, solo estaban ahí tratando de sobrevivir, exceptuando un rostro que muy a pesar de la guerra y la desgracia trataba de mantener la positividad por el resto de la aldea.

-Pero miren a quien tenemos aquí- dijo Moggadon acercándose a la rubia

-Hola señor- lo saludó educadamente

-Ay que feo sonó eso...- se quejó con una mueca –Dime Moggadon... por Thor- Astrid sonrió divertida –Veo que la belleza se apodera del archipiélago, tú debes ser Brutilda o Heather-

-Heather señor- se presentó

-A que la...- dijo con los ojos en blanco

-Lo siento, Moggadon- rectificó divertida la pelinegra

-Venimos buscando a dos amigos que venían aquí- le explicó Astrid –Brutacio que ya conoció y Patán-

-Por supuesto... fueron con nuestro herrero ¿Qué trabajo loco tiene ahora Hipo para Jarld?- les preguntó curioso

-Fueron a tatuarse- explicó Astrid

-Oh... eso explica los gritos- dijo Moggadon mientras se encaminaban a la lejana forja, conforme se acercaban más, gritos desesperados se escuchaban salir desde ahí, afuera Patán estaba sentado en el suelo abrazando sus rodillas y balanceándose

-¿Qué demonios?... ¿Patán?- preguntó preocupada Astrid mientras ambas corrían con el

-Soy el que sigue... SOY EL QUE SIGUE....- dijo casi traumatizado -Soy el que sigue...-

-Patán no tienes que hacerlo si no quieres- lo tranquilizaba con paciencia Heather

-No no, ya llegue hasta aquí....- insitía el pelinegro  -AAAAAAA- gritó al escuchar abrir la puerta

-No dolió tanto- dijo victorioso Brutacio con lágrimas en los ojos

-El que sigue- dijo despreocupado el enorme y tosco vikingo, Patán tragó saliva y entró nerviosamente

-¿Qué te hiciste Brutacio?- preguntó curiosa Astrid, Brutacio levantó su camisa emocionado y dejó ver ¿una venda?....

-Un momento...- dijo emocionado mientras se quitaba el vendaje –Voila- les dijo mostrando una pequeña mancha sin sentido –es mamá-

-Eso es solo una mancha- decía Astrid con los ojos en blanco

-Eso es para los mundanos que no saben de interpretar imágenes abstractas querida Ast....-

LA ESPADA Y EL HACHADonde viven las historias. Descúbrelo ahora