Capitulo 1: Yo, acepto.

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*Borroso

La ultima ventana tambien desapareció, dejando la visión de Edher totalmente libre de cualquier interferencia, lo que hizo que se preguntara si todo lo ocurrido había sido una mala jugada de su dolorida cabeza.

*Gotear

Debido a su estado de debilidad sus sentidos se encontraron algo apagados, pero no evito que sintiera algo correr sobre su frente, pensando que era agua la seco con su mano para evitar que esta lo estorbara.

Pero al despegarla de su frente y ver el tono rojizo en la misma hizo que cambiara de pensamiento, no era agua, sino su propia sangre.

Solo cuando se percato de ello, y con sus sentidos volviendo a la normalidad, fue que el ardor en su cabeza se hizo mas evidente.

Esto hizo que sonriera de forma sarcástica.

No hacia falta siquiera que se preguntara como fue posible, es evidente que cuando era arrastrado por la corriente del rio su cabeza había chocado con algo mientras forcejeaba en su intento por no ahogarse, desorientándolo e infligiéndole una herida en el proceso.

Para su suerte no parecía ser grabe, ya que la perdida de sangre era mínima, aun así no pudo evitar remarcarse a si mismo como un idiota mientras pensaba en lo estúpido de su intento por quitarse la vida, y que había fallado en ello.

-Mira...esa persona de ahí.

Mientras Edher tenia tales pensamientos, unas voces se escucharon en la distancia.

-Tch...esa ropa, déjalo. Es solo un [Sin guía]. No tenemos por que molestarnos con los de su "clase". Vámonos.

La voz de un hombre se escucho con tono deceptivo en conjunto con el de una mujer.

-Pero...mira su estado, ¿esta bien solo dejarlo?. Aunque sea un..

La mujer se escucho algo preocupada, pero eso no evito que incluso en sus palabras se pudiera percibir algo de rechazo.

-Ehhg, tan solo dejémoslo a su suerte. Vamos, no quiero perder mas el tiempo o llegaremos tarde.

Aunque no miro en su dirección, Edher sabia que la pareja se había ido. No le importo que esto fuera así, ya estaba mas que acostumbrado a eventos similares y simplemente ignoro sus voces.

-Sera mejor volver..

Se tomo un minuto con tal de recuperar algo de fuerza, luego de ello, dejando a un lado los eventos del día de hoy decidió volver a su casa.

En su camino de vuelta fue victima de muchas miradas y susurros, de las cuales la gran mayoría fueron todas iguales, cargadas con desprecio y desdén. Pocos lo miraron con algo de compasión, pero ninguno se acerco hacia su persona en absoluto, tan solo se limitaron a verlo desde la distancia.

-¿Que crees que le sucedió?

-Eso que importa, mira su ropa, es uno de "esos".

-Tch...contaminando el ambiente de todos.

Edher simplemente ignoro todo esto, salvo si mismo, el resto no existía. Todo a su alrededor fue negro, sin sonidos o cosas, su frente tal solo un camino era visible y se movía en este casi por instinto.

Cerca de una hora después llego a unos barrios pobres, se acerco a un edificio en pésimas condiciones y comenzó a subir por las escaleras de hierro hasta llegar finalmente frente a una puerta de madera vieja.

Se quedo ahí, parado durante varios segundos mientras miraba la perilla, dudando un poco en si agarrarla.

La sangre en su cabeza hace un tiempo había dejado de correr por su frente, y aunque la humedad aun quedaba en su cuerpo fue tan solo en su ropa empapada. Su imagen actual no fue diferente al de un mendigo al borde de la muerte, pero no apeligraba morir en absoluto, tan solo se encontraba algo débil.

*Abrirse

Tras dudar lo suficiente Edher soltó un suspiro interno muy pesado y procedió a tocar la perilla, el sonido de la puerta vieja al moverse resonó algo débil, avisando de su llegada.

Sin perder mas el tiempo movió sus pies e ingreso a su interior, viendo una vez la misma imagen a la que estaba acostumbrado.

-Hijo.....que..¿que te sucedió?

Dentro de un espacio no muy grande y poco amoblado se encontraba una mujer cerca de sus cincuenta años parada, mirando preocupadamente hacia la entrada de su casa y siendo testigo de una nada agradable vista.

-No es...

Edher quiso responder que no era nada, pero sus palabras no pudieron siquiera terminar antes que la mujer se abalanzara a toda velocidad sobre él y lo abrazara fuertemente.

*Contenerse

Aunque trataba de aguantarlo, los leves gemidos de culpabilidad pudieron escucharse provenir de la mujer mientras soportaba el correr de sus lagrimas.

-Lo siento...

¿Por que se disculpaba?, se pregunto Edher internamente mientras apretaba los dientes. No era su culpa, él lo sabia, aun así, ¿por que se culpaba a si misma?.

-Madre no..

En su intento por responderle su madre lo interrumpió abrazándolo con mas fuerza mientras repetía nuevamente la misma oración. En absoluto le importo su cuerpo empapado por agua la mojara a ella tambien.

-No es tu culpa..

Siendo algo difícil pudo terminar lo que quiso decir, pero eso no pareció aliviarla en lo mas mínimo, incluso pareció aumentar la culpabilidad en su interior, siendo esta transmitida hacia Edher a través del débil temblor de su cuerpo.

-Estoy bien..esto no es nada, ya puedes soltarme. Tengo que cambiarme, si mi Emi nos encuentra así..

Sus palabras entraron en oídos sordos, su madre parecía temer soltarlo ya que eso supondría perderlo.

Sin poder reunir la fuerza ni la voluntad para forzar su escape, Edher se limito a simplemente esperar, no podía ir en contra de las acciones de su madre incluso si quisiera. Su conciencia le impedía hacerlo.

Así se mantuvieron por un largo minuto que pareció ser una eternidad, hasta que finalmente su madre lo soltó y lo miro con ojos llorosos, pero Edher aparto su mirada de forma culposa.

-Tú, ¿acaso no intentaste..No, esta bien, es bueno que hayas regresado, ve a bañarte y ponte una nueva muda de ropa. Yo hare algo para la cena mientras esperamos a tu hermana.

En medio de sus palabras la madre de Edher se corto, pareció darse cuenta de algo, pero decidió simplemente no mencionarlo.

-Si

Respondió en voz baja mientras los dos se separaban yendo cada uno a una dirección diferente. Aunque siendo la casa tan pequeña, esto no se noto mucho.

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