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La realidad y sus [Leyes] se torcieron haciendo que la tierra y los cielos se invirtieran. Esto requebrajo el espacio, provocando el colapso de todo lo que había en su interior. Ya sean edificios, vehículos, monstruos o incluso humanos escondidos. Nada se salvo, todo fue destruido y convertido en un desierto de polvo bajo el simple movimiento del [Dios].

Fue simplemente aterrador ver el como una parte de varios kilómetros de lo que era una enorme ciudad desaparecía sin mas.

Y con una desesperación aun mayor, abandonando la ultima pisca de esperanza que tontamente tenían, los humanos que fueron testigo de ello dieron no solo su muerte como un hecho inevitable, sino que la de toda vida en el planeta. Ante un poder como ese, aun si tuvieran sus [Guías], no creyeron ser capaces de resistirse.

¿Estaba la humanidad, toda la vida en el mundo, destinada a perecer?

Ante dicho echo no pudieron evitar llorar, maldecir y gritar. No fue por el deseo de ir en contra de dicho destino, solo querían.... expresarse, desahogarse, aun cuando eso no cambiara nada.

Pero Adhale no fue uno de ellos.

Su conciencia, la cual se volvía cada vez mas débil debido a la perdida de sangre, se encontró mirando con sumo dolor y arrepentimiento hacia su hija, que como ella estaba compartiendo el mismo destino. El convertirse en comida del [Dios].

"Eh fallado"

Este pensamiento surgió en su débil conciencia al pensar en su familia, de aquella vez en la cual su esposo dio su vida por salvarlos de los monstruos. "Por favor, mantenlos a salvo".

Le dijo con una sonrisa antes de darse la vuelta y comenzar a luchar mientras que ella huía con Emheli y Edher en sus brazos.

Ellos se salvaron, pero en cuanto a su esposo, murió en batalla. Fue gracias a su sacrifico que no solo ellos sobrevivieron, sino muchos civiles, motivo por el cual fueron subsidiados por el gobierno. Pero en una nueva era donde si no tenias una [Guía] no eres nadie, eventualmente su situación económica se fue degradando. 

Aun así ella dio todo de si misma con tal de cuidar a sus dos hijos. Aunque fue difícil sin tener una [Guía] como su esposo, Adhale pudo conseguir un trabajo en una fabrica de tratado de monstruos.

Es irónico.

Todo fue con el fin de darles una mejor vida, pero al final no fue como desearía. No solo su trabajo era de poca remuneración, también ocupaba casi todo su tiempo, dejándole nada para pasarla con sus hijos. Tampoco pudo conseguir otro, ya que nadie aceptaba a los suyos.

Con su poca presencia, y la carencia de un padre, Emheli cayo en un estado deplorable de depresesión. Esto obligo a Edher a madurar para ocupar dicho espacio, el ser una figura con la cual su pequeña hermana pudiera sostenerse.

Ya sea algo bueno o malo, debido a lo sobresaliente que fue Edher, aun sin tener una [Guía], recibió una beca para postularse y estudiar en la [Gran academia] a los 12 años. Pero eso solo fue el comienzo de su tortuosa vida.

Durante cuatro años  Adhale tuvo que ver a su hijo sufrir, ser humillado y golpeado. Pero con el fin de ser esa figura que reemplazaría a su padre, lo soporto.

Por supuesto, Adhale al enterarse de los abusos que sufría su hijo estallo en furia, incluso denuncio a la academia. Pero como personas sin [Guía] fueron ignorados.

"Esta bien, no te preocupes madre. Solo, no se lo digas a Emi, yo estoy bien"

Con tal de ser esa figura, con tal de seguir manteniendo su promesa, Edher solo pudo sonreír al decir estas palabras mientras ocultaba sus heridas y el dolor por el cual pasaba frente a su familia.

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