Sistema IA/2

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El fenómeno que rodeo a la joven [Deidad] duro apenas unos segundos antes de que todo volviera a estar "normal". Esto hizo que la pequeña figura femenina tambien saliera del trance en el que se encontraba, olvidando a su vez todo lo que ocurrió hace apenas esos instantes.

Aunque debía prever que algo estaba mal, ella continuo como si nada hubiera sucedido, y pese a estar indecisa. Decidió finalmente esperar en el lugar mientras su débil figura era iluminada por las piedras de luz del campamento.

Pasaron los minutos de esta forma, las primeras figuras escondidas por las sombras de la cueva se revelaron bajo la luz del campamento en las cercanías del mismo, sus compañeros comenzaron a regresar a cabo del tiempo para encontrase con ella.

Al vislumbrarla hubo diferentes reacciones en sus rostros dependiendo de cuando llegaron, lo primero era alivio, lo segundo fue sorpresa como dudas, para finalizar en asombro. Estas ultimas estuvieron dirigidas hacia el bebe que cargaba en brazos como hacia aquellos que estaban postrados en el suelo.

Al preguntar, la pequeña figura femenina se mostro extasiada mientras relataba su anterior experiencia, explicando a todo aquel que volvía que la había salvado la joven [Deidad] que cargaba en brazos.

Estos mas haya de mostrarse escépticos, o dudar de su cordura, se sorprendieron aun mas. Incluso comenzaron a mirar al bebe con ojos de adoración, imitando a los que se postraron ante el mismo a la par que recitaban en su propia lengua lo que parecían ser alabanzas.

Un acto que un tercero vería como extraño y absurdo. Tildándolos de ignorantes o locos por hacer semejante show ante un bebe desconocido, el cual una mujer decía que era una deidad, ¿Qué motivo tenían en creer sus palabras?.

Bueno.

Eso seria cierto y comprensible si es que este "lugar" no fuera [Lo eterno].

Entidades como [Dioses], [Demonios], [Deidades], [Bestias divinas] entre otras figuras transcendentes abundaban en todos lados.

Pero aunque fuera el caso, estos seguían siendo "raros".

¿Qué acreditaba que este bebe fuera en verdad una [Deidad[?. Las palabras de la pequeña figura femenina en principio no deberían ser suficientes para confirmarlo. Su relato, por mas convincente que sea, es algo que incluso el mas cordial dudaría al escucharlo.

Pero tales cosas eran innecesarias.

Al igual que un conejo conoce su lugar y teme a un león, los mortales conocen el suyo frente a los transcendentes. Es algo instintivo e innato.

Pero radicaba en el león si comerse o no al conejo. Como en de la [Deidad] el aceptar o no que los mortales lo adorasen. 

Y viendo la situación de ahora, esto ultimo se hizo realidad.

La joven [Deidad] los acepto, no los rechazo. En si fue un evento monumental para esta pequeña tribu de elfos bajos, una que cambiaria el todo de ellos, su presente como futuro. 

[Joven deidad desconocida ha aceptado su pueblo]

Las lagrimas brotaron porque se hicieron consientes de lo que esto significaba.

[Joven deidad desconocida establece su autoridad divina]

Inundados de emociones mientras soltaban alabanzas, los elfos bajos comenzaron a ser testigos del cambio en sus destinos.

[Joven deidad desconocida proclama una nueva era para su pueblo]

Tal evento provoco que la basta extensión de la montaña comenzara a temblar, al punto que comenzo a desmoronarse como granos de arena.

[Joven deidad desconocida arrebata el destino de su pueblo imponiendo su voluntad absoluta sobre el mismo]

El espacio comenzo a deformarse a medida que todo se convertía en simples números. Códigos de la realidad que estuvieron bajo el control de su [Deidad], las cuales moldeaba a placer con su poder divino dando lugar a su primer creación.

[Joven deidad desconocida ha creado su "Dominio divino"]

Entonces fue su turno.

[Joven deidad desconocida dota de poder a su pueblo]

Los elfos bajos pudieron sentir como su existencia misma se decodificaba, incluso sus almas llegaron al punto en donde no fueron mas que simples números que se unieron de forma directa a la [Autoridad divina] de su [Deidad]. Se conectaron a ella, ahora vivieron, morirían, y existirían únicamente para el mismo.

Fue gracias a esta misma "conexión" que un [Código] se les fue otorgado, uno que se fusiono con ellos al momento que volvieron a ser "normales". Visibles en distintas partes de sus cuerpos en forma de marcas distintivas, los cuales adoptaron números que iban del 0 al 9.

Un poder, junto al conocimiento de como usarlo, se les fue dado de tal forma.

Entonces la luz exterior los baño desvelando sus pequeñas figuras, las cuales no eran diferentes a las anteriores salvo por los números en sus cuerpos, a sus alrededores no hubo rastro de la cueva en la que antes se encontraban. En su lugar diferentes edificaciones que se les era desconocidas, pero que les transmitían un sentimiento familiar, tomaron su lugar.

Era su nuevo hogar.

Los pequeños elfos bajos se sintieron abrumados por todo lo que acababa de suceder, pero lo aceptaron. No tuvieron sentimientos de rechazo en sus interiores, estos simplemente no existieron, no se les permitió lugar.

En sus cuerpos y almas, lo unico que de verdad ahora importaba era su joven [Deidad], la cual en todo momento permaneció en brazos de la pequeña figura femenina.

Verlo dormir tan plácidamente les transmitió paz y seguridad, siquiera se plantearon como es que todo sucedió, simplemente paso. 

Este era el poder del cual podían arrogantemente jactarse los seres transcendentes como lo fueron las [Deidades], con solo su voluntad, la realidad a su alrededor cambiaba. Una muestra de lo poderosos que eran.

Fue su fortuna eterna la cual les dio esta oportunidad de adorar, de dar el todo de sus seres a servirla. 

Sus cuerpos, sus almas, les pertenecía. 

Ya no tenían que temer la soledad, la muerte, porque estarían siempre con su [Deidad], y mientras esta exista ellos volverían a él, capaces de renacer una vez mas. 

Para servirla.

Eternamente.

-SALVE SU ETERNA DIVINIDAD

Este canto suyo, el cual provino desde lo profundo de sus seres, hizo el cambio.

[Concepto adoptado]

[La eterna Deidad]

Fue el nacimiento de una verdadera [Deidad].