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Solo pudo ser un testigo, incapaz de nada mas que mirar.

Edher vio con sus propios ojos, y recibió la experiencia mas pura y directa de todo lo que estaba sucediendo de primera mano.

Las imágenes de ello seguían surgiendo en su mente incluso ahora, estando sentado en una mesa y siendo observado por un ser extraño como lo fue [AAII]. Frente suyo se encontraron platos que nunca antes había visto, pero eso no importo, ya que el olor de los mismos despertó su apetito de forma feroz. Solo que su mente ahora mismo no se encontró en optimas condiciones como para comer de forma despreocupada.

-Tu cuerpo padece de una severa desnutrición según los estándares de los Cyberxs. Si te preocupa que la comida frente tuyo sea o no comestible, debo decirte que no pienses demasiado. Tus datos biométricos ya han sido analizados y adaptamos la comida frente a ti en base a ello. Ahora come.

La voz de [AAII] resonó en los oídos de Edher, esta era melodiosa e incluso dulce, pero tambien fue firme e imperiosa. Dándole una inexplicable sensación cuando la escuchaba teniendo en cuenta su apariencia aterradora.

Pero pese a las palabras de la otra parte Edher se mantuvo inmóvil, no fue que no quisiese comer, su estomago rugía e incluso sus manos querían moverse sin su autorización. Pero lucho por controlarse.

Su mente seguía siendo un caos, se encontró confundido, tenia miedo a la vez que se mostraba curioso. Tenia un enorme conflicto interno sobre como o que le sucedería a partir de ahora.

Esto fue normal teniendo en cuenta su situación general.

¿Cómo actuarias frente a una extraña criatura similar a una masa de carne negra llena de tentáculos cuando esta te ofrece algo y te pide que comas?

Dejemos de lado eso por ahora y veamos los otros puntos.

Edher fue testigo el como una criatura, y no una cualquiera, sino un [Asechador de grietas] al igual que todos sus homólogos eran devorados. Un depredador, que se supone que debía ser quienes los comiera a ellos, termino siendo la comida de otro. 

¿Qué eran exactamente estos alienígenas frente a él, realmente estaba seguro?.

Por no olvidar que todos ellos junto a esas gigantescas naves salieron de "eso" que estaba en su cuerpo y a quienes llamaron Padre.

Todo este asunto fue demasiado abrumador para su pobre mente juvenil, siendo normal estar en un estado de conflicto y confusión.

-Tus preocupaciones son innecesarias pero entendibles. Ahora, deja de lado tus pensamientos y come, esta es solo una pequeña muestra de apreciación por tu trabajo. Entonces, tú, sal y deja de ocultarte dentro de su cuerpo. 

*Sonrisa

A sus palabras con un tono imposible de negarse, Edher pudo sentir un hormigueo desagradable bajo su piel, a lo que, desde su cuerpo una especie de sombra emergió hacia fuera y cayo en el suelo a poca distancia suya.

-Hermana..

Esta se levanto desde el suelo adoptando una forma humanoide con una gran y retorcida sonrisa en su rostro, aun sin ojos, miro en dirección de [AAII] mientras su voz con un tono sumamente dócil trato de decir algunas palabras, pero estas se cortaron en la primera frase.

Edher al escuchar tuvo la necesidad de querer mirar en su dirección, pero su instinto se lo impidió, advirtiéndole que no lo hiciera.  Aun así pudo saber que esa voz fue la misma que había escuchado antes en su cabeza. La que le insto en conseguir energía, solo que ahora hubo algo diferente que lo hizo sentirse sumamente asustado.

-Cállate.

No sintió ninguna fuerza, ni presión alguna. Lo que tenia ahora fue un puro sentimiento instintivo que surgió desde lo profundo de su ser. Aunque nunca hubiera visto uno en su vida, de forma inevitable un conejo temía aun león de forma natural, y como uno Edher temía a ese ser negro que no podía ver. Terror ancestral.

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