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Naeco fue abrumada por la sensación de sentirse pequeña, de estar atrapada en una cueva inmensa rodeada por una infinidad de criaturas hambrientas que no pudo ver, pero que estos a ella si.

-ug..

*Triturar

Los huesos moliéndose.

*Romper

La carne rasgándose.

*Aplastar

Grotescos sonidos que provinieron de la nada y de todos lados asaltaron sus oídos, aterrorizándola, obligándola a imaginar a aquel académico siendo participe de un festín de carne y sangre en donde el mismo fue el punto mas importante. La comida que todos disfrutaban.

-¡Ayu...

Desesperación.

-Aaa.

*Brillar

La luz en su vientre se intensifico como respuesta a sus fuertes emociones, haciendo que una corriente de energia recorriera su cuerpo en un intento de calmarla, de protegerla.

*Sonrisa

Pero fue inútil.

*Romperse

Como un cristal intentado resistir el impacto de un martillo sin éxito, la luz se rompió en el instante que el espacio se deformo, tomando este la apariencia de unas fauces sonrientes de una bestia desconocida que la observaba con aparente burla.

~Una vez mas

Infinidades de voces emergieron de la misma, todas resonaron superpuestas las unas sobre otras con turbulencia, pero estas fueron disminuyendo, aclarándose hasta que solo una se hizo audible.

~Haz olvidado.

Una voz femenina.

~Nos ha olvidado.

Palabras con claro significado, pero que Naeco desconocía a quien se refería, ocuparon su mente. Haciéndola sentir un extraño y aparente olvidado sentimiento de anhelo, de familiaridad.

-¿Quien?

La urgencia, esa misma que la hizo levantarse y correr  resurgió una vez mas, le gritaba mientras el miedo que antes sentía se dispersaba en la nada. Nunca existió.

-¡¿A quien eh olvidado?!

Debía saberlo sin importar que, necesitaba una respuesta.

~Fuiste arrebatada.

Pero la que recibió no fue la que quería.

~Fuiste engañada.

O tal vez si lo fue y no lo sabia.

~Y al intentar recuperarte..

Un silencio, uno muy pesado provino de la voz femenina. Y aunque esta no tenia un rostro el cual pudiera verse, Naeco aun pudo sentir su mirada y las emociones tras su tono.

~Ellos lo rompieron, le impusieron una maldición.

Dolor, deseo, anhelo, amabilidad y odio. Este ultimo no estuvo dirigido hacia Naeco, sino hacia esos otros..

~Para que no se vuelvan a reunir. 

¡¡¡¡¡¡¡!!!!!!!

Al momento de decir estas ultimas palabras la voz femenina desapareció junto a todas demás, entonces Naeco sintio como su mente recuperaba su lucidez que no sabia que habia perdido.

*Brillar

Una luz dorada, o al menos un fragmento de ella apareció en su frente, bañándola con energia y haciendo que su cuerpo debil se levantara una vez mas. Entonces, como antes, corrió..

Naeco corrió con todas sus fuerzas hasta el exterior, y una vez mas, se encontraron.

-..

Siendo el núcleo de toda la destrucción, la fuente del espacio roto y torcido, una pequeña figura yacía con dolor esperándola.

-A...

Naeco quiso decir su nombre, pero fue inútil, ella mas que nadie sabia que él no tenia uno. Fue diferente en su caso, Naeco si obtuvo el suyo, aunque uno falso, lo tuvo. 

En contra parte él no, fue abandonado. Pero aunque ese fue el caso, cuando supo la verdad, vino por ella. La quiso recuperar, pero fallo, llevando a que terminara de esta forma a causa de "ellos".

Aun así, pese a no tener nombre, Naeco aun pudo llamarlo de una forma. La única que pudo usar.

-Como prometiste...haz vuelto por mi.

Naeco fue abrumada por las emociones desbordantes, haciendo que su voz temblara junto a su cuerpo en lo que lagrimas caían de sus ojos y manchaban el mundo falso que veía.

-Hermano..

Una debil sonrisa apareció en el chico en cuanto sus ojos se abrieron y miraron a Naeco.

-Si..

Entonces su cuerpo se rompió y junto a él este falso mundo tambien lo hizo.












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