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Las historias que los padres cuentan a sus hijos a menudo hace que estos se vean interesados en aquello descrito en los mismos. Ya sea mostrando emoción, curiosidad, disgusto o gusto, incluso miedo o sorpresa.

¡Un hombre que escalo una montaña y se encontro un gran tesoro que lo volvio rico!

¡Una mujer que se perdio en el bosque, pero misteriosamente salió a pocos días sin poder recordar nada, no tenia heridas ni mostraba desnutrición alguna!.

¡La lucha feroz del [Héroe] contra el [Señor demonio]!

Estas son solo un pequeño ejemplo de las tantas historias que circulan en todas partes del mundo y que le son contadas a los niños.

-Los monstruos arremetieron del interior de las Ruinas de forma salvaje, sus dientes y garras eran mas que capaces de destrozar las armas y armaduras de los soldados que luchaban ferozmente con sus vidas en linea. Pero fue simplemente difícil, eran demasiados. Estábamos abrumados y acorralados por una vil traición. Pero fue entonces que pude escuchar el viento cortarse, el filo de una espada ilumino con un destello el campo de batalla y la cabeza de los monstruos simplemente cayeron impotentes al suelo. ¡Fue abrumador!

Naeco, como todo niño a una temprana edad, no pudo evitar sentir tales emociones cada vez que escuchaba esas historias. Pero...

Eso fue al comienzo.

La casa de una familia [Noble], en la mayor parte, es muy estricta con su educación. Ya sea en el manejo de los modales o el aprendizaje general.

Pero en su caso fue algo mucho mas, ¿duro?.

El Ducado de Moodru, su [Casa] es conocida como una familia militar. Sus costumbres se basan totalmente en el ámbito bélico. En resumidas cuentas, ellos son fuertes. Y es esa fuerza por la que son conocidos, motivo por el que son admirados. Pero, ellos tambien comparten estos sentimientos hacia aquellos que son fuertes y los reconocen pese a no pertenecer a su familia en ninguna forma. Por supuesto, siempre que estos no sean hostiles directamente.

"Alguien fuerte es quien puede tomar las cosas con sus manos y hacerlas posible"

Aunque algo vago, este era su lema. Tenia muchas formas de ser vistas, pero esto no va tan al caso.

Interés.

Los Moodru estaban muy interesados en la "Fuerza". No seria loco decir que era por lo que vivían, estaba en su [Linaje] el querer ser fuertes.

Y como alguien de esa misma linea de sangre, Naeco no pudo evitar emocionarse cada vez que escuchaba a su padre hablar sobre los logros de su familia. Pero, esta emoción se vería rapidamente opacada cuando llegaba al mismo punto cada vez.

Morrf.

Era el nombre, y la historia que siempre llegaría a escuchar salir de la boca de su padre cada vez que le contaba una historia, que sin importar cual sea, terminaba con él al final.

No hubo ocasión, día, semana, mes o año en el que no lo mencionara. Ya sea a los sirvientes, los soldados, otros [Nobles], y por supuesto, ella tambien se hizo una victima de esta "amistad y admiración de su padre" hacia aquella persona llamada Morrf.

"Es...increíble"

Esta era la forma en la que describía sus emociones de forma perfecta las primeras veces, pero luego de tanto tiempo esa vitalidad con la que escuchaba y se emocionaba se fue secando en la medida que crecía.

"¿Es tan grandioso?"

Naeco paso por muchos tipos de entrenamientos que sirvieron para pulir sus bases, a fin de cuentas su [Linaje] era uno militar. Ella ansiaba ser fuerte como todos en su familia, y aunque no lo quisiera, de todas formas tendría que ser entrenada.

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