Capítulo 40 (parte 1)

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1 año y 4 meses después:

—¡¿Y por qué no le dijiste a Shawn que se lo entregabas mañana?! —preguntaba Lia, refiriéndose al demo en un USB de Beomgyu.Ambos estaban en la limosina. Supuestamente iban de camino a la alfombra roja de los Grammys, pero él le dijo al conductor que se desviara para ir hacia su casa por esa cosa.

—¡Lia ya no lo podré ver! El tiene una gira, solo vino a Los Ángeles por el evento y se va después de la After Party a Chicago —respondió el ahora pelirrojo—. Y no, no la tengo en mi celular aún.

Ella rodó sus ojos, cuando justo estaban llegando al enfrente de su casa.

—¡Llegamos! Ahorita vengo —indicó el mientras se bajaba, pero ella lo siguió.

—Te acompaño a buscar ese USB.

—Lia, no es necesario —dijo, mientras que metía las llaves en la puerta—, vuelve al auto.

—No. Si te ayudo, más rápido la encontramos.

—No, no necesito tu ayuda.

Pero ella hizo caso omiso. Abrió la puerta y entró a la casa.

—Eres tan terca... —refunfuñó. Subió las escaleras que daban justo a la entrada, y ella va detrás de él. Debido a su vestido entallado de muchos detalles, los adornos en su cabello y sus tacones de aguja, disminuyó su velocidad. Aparentaba justo lo que era, una celebridad.

Beomgyu ya había llegado a su habitación, y ella ya estaba por los últimos tres escalones, hasta que se resbaló y eso le hizo caerse.

—¡Auuuuuu! ¡Beomgyu ayuda! —lloriqueó al respecto.

Escuchó como venía de regreso hacia ella. Se quedó en el escalón, sentada mientras sostenía su pie lastimado. Vio como este se puso frente a ella, sentándose en el escalón. Sin embargo, no era Beomgyu. Era Soobin.

Hace un mes...

Lia daba su discurso en Berkley. Las cámaras apuntaban hacia ella y miles de los estudiantes estaban ahí viéndola. Estaban todos amontonados, ¿pero como no? ella era la it girl del momento.

Soobin sentía un pánico tremendo estaba ahí. No quería asistir, pero su amiga Natalie era fanática de Lia y le pidió que la acompañara. Ella no sabía que ellos se conocían. El tapó su rostro con su chamarra, la cual tenía un cuello de tortuga. Quería que la tierra lo tragara.

Lia sabía que Soobin estudiaba ahí, pero no sabía que él estaba presente y no quería pensar en ello o se distraía. Jamás se dió cuenta de que él la estaba viendo en tercera fila.

Sin embargo los ojos del chico brillaban como si fuese la primera vez que la vió. Ahora se vestía más formal y todo lo que traía parecía de más de mil dólares, pero aún era fiel a su estilo. Ella era tan hermosa.

Su elocuencia y tono de voz era tan correcto. El tema de su plática era acerca de su experiencia siendo hija de narcotraficantes, el cómo le costó aceptar que no tenía que apoyar a sus padres por más que los amara. El capturamiento de la organización fue noticia, pero no había sido relevante para nadie que sus padres estuviesen ligados hasta el momento en que Lia se volvió en una celebridad. Muchos detalles de su vida se habían vuelto públicos.

Los dos se miraron completamente atónitos.

—S-soobin... No esperaba verte.

—Oh, lo lamento —la soltó, y su mirada se alejó de la de ella. Pero Lia lo tomó del brazo, antes de que él pudiese levantarse—. Beomgyu me pidió que cuidara a Toto —rió a lo ligero.

sour • soobinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora