sour • soobin

[2] Capítulo 5

Yeonjun entró a la habitación de Lia, de forma lenta. Con cuidado abrió y cerró la puerta.

Vio a la chica acostada, abrazando la almohada. Sabía que no estaba bien desde que le envió un mensaje diciendo "Ven :(". Se encaminó a ella, y se acostó de tal modo que ella le daba la espalda.

—¿Qué pasa Lia? ¿puedo ayudarte en algo?

Ella se giró, y reveló su rostro, sus ojos y su nariz estaban rojas. Ya había llorado mucho, y es así como quedó la chica.

—Ay, nooooo. Pequeña...

Lia escondió la cabeza en su pecho, y a su vez lo abrazó. El no duda en tomarla en sus brazos de vuelta, y tratar de tranquilizarla.

—Yeonjun —pronunció apenas, comenzó a sollozar. Él acarició sus mejillas y su cabello—... Tengo mucho miedo.

—¿A qué le tienes miedo? ¿Qué puedo hacer por tí?

—No creo que puedas hacer nada...

—Puedo protegerte de lo que sea que le tengas miedo. ¿A qué le tienes miedo?

—Es más grave de lo que crees —ella se soltó de su agarre, y se levantó.

Bajó de la cama y fue al baño. Él se gira para observarla, y al poco tiempo ella sale con algo en sus manos.

—¿Qué traes? —él preguntó.

—E-es una prueba de... embarazo —dijo nerviosa.

Él arqueó su ceja. Entre más pasaban los segundos, iba asimilando más, y por ende le sorprendía mucho más.

—Tengo miedo de ver que salió —su voz se volvió más aguda, y rompió en llanto.

Yeonjun se levantó también y fue a abrazarla. No lo podía negar, también estaba nervioso, y asustado ahora que ella lo mencionó. Pero trató de no hacerlo notar, y estar para ella.

—¿Quieres que lo veamos juntos?

Sintió como ella asintió, así que los dos se dieron un pequeño espacio, y se fijaron en el resultado.

—Son... dos —dijo Yeonjun en voz baja.

Lia tiró la prueba, y continuó llorando.

—Salió positivo —respondió de vuelta. Los dos se miraron, impactados.

Cabizbaja ella se sentó en la cama, y Yeonjun se sienta frente a ella.

—Lia... Lo siento mucho —su rostro se volvió sensible. Le causaba el dolor más grande verla. Ella continuaba llorando, y el tomó sus manos para acariciarlas— ¿E-es de nosotros?

—No lo sé —ella lo miró—... No me odies por favor.

—No... No te odiaría jamás —se acercó más a ella—. ¿Hubo alguien más a quien viste?

—Soobin... Ustedes dos son los únicos. Pero yo sé que estos días tu y yo hemos sido bastante precavidos, desde que eramos novios, siempre fuimos conscientes de ello... Sin embargo, cualquier cosa pudo pasar. Por eso no estoy tan segura.

—Sea como sea Lia, te apoyo. Aquí me tienes para lo que me necesites —le dió un beso en su frente, y a continuación, la volvió a abrazar.

Escuchar el nombre del otro chico le disgustaba, no podía evitar sentir un inmenso enojo con él. Pero prefirió guardárselo. Ahora, sólo estaba para la chica.