[2] Capítulo 3

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Beomgyu había tenido éxito esta semana, obteniendo un trabajo de mesero por las tardes y regresaba a casa cada día a las 10 de la noche, ya solo le quedaba conseguir otro empleo por las mañanas para satisfacer su deseo.

—¿Y cómo ha estado todo entre ustedes? ¿Se llevan bien? —preguntó Lia a Yeonjun, que había llegado a su casa para visitarla por la tarde.

—Prefiero no dirigirle la palabra... Y él parece que tampoco.

Los dos estaban acostados sobre la cama de la chica, el en dirección horizontal, recargando su cabeza en los muslos de ella, y que recargó la parte superior de su cuerpo sobre las almohadas.

—¿Y eso?

—Pues... Chocamos un poco. El Viernes pasado... Tuvimos una pequeña discusión. Le cuestioné sus intenciones contigo.

—¿Qué? ¿pero qué le dijiste? —frunció su ceño, aunque trató de estar lo más calmada posible.

—Sólo le pregunté qué pasó entre ustedes dos... Se ve que son muy cercanos.

—Es mi amigo, y técnicamente el ya no tiene a nadie más que lo apoye de la manera en la que lo estoy apoyando. Mi tía ha sido muy comprensiva y confía en mi. Su familia tristemente no confía en el. Es un chico muy cariñoso. El ve por sus amigos, como ellos ven por él... Pero no es algo de lo que te tengas que preocupar. ¿Acaso no crees que pueda relacionarme con otros chicos?

Él la mira a los ojos, y consiguiente decide ponerse a lado de ella.

—¿Qué sientes por mi exactamente? —él preguntó.

Lia suspiró, también lo miró. Se puso triste.

—Siento mucho cariño. Te quiero demasiado.

—Pero no lo suficiente como para ser mi pareja.

—No es eso... Pensé que quedó claro cuando te dije que no buscaba comenzar un romance en estos momentos. Somos amigos con beneficios, ¿no?

El asintió, y procedió a darle un beso en su mejilla.

—Si, está bien —uso un tono más suave, y a continuación los dos se besan.

No vio la necesidad de decirle más. Sabía que se la podía agarrar en contra a Beomgyu. Para él y Lia, su pequeña atracción hacia el otro quedó en el pasado. Sentian que se compaginaban mejor siendo solamente amigos y compañeros de trabajo,.

—Lia, se que nunca te he preguntado sobre las canciones que escribes. Y no lo hice porque me dijiste que esperara a ver el resultado final... Pero Beomgyu mencionó que me hiciste 10 canciones y ahora... Tengo miedo.

—Oh no, ¡¿En serio Beomgyu te dijo eso?! ¡Lo voy a matar!

—¿Es cierto que escribiste 10 canciones sobre mi?

—Menos, como 8 —se entrecruzó de brazos. Yeonjun peló sus ojos de lo sorprendido que estaba. Lia se rió—. Pensé que era de esperarse, fuimos novios por dos años y me dejaste de la nada y al mes tenías una nueva novia. ¡¿Cómo crees que me iba a sentir?!

—Pero estuviste pegada con otro chico como un chicle cuando te fuiste.

—Me dio síndrome de estocolmo, solo que de quien me enamoré no era mi secuestrador, pero estaba ligado a... Y aun así créeme que me resistí a sentir algo por el. Estaba dudando si aún podía existir algo entre tú y yo. Pero genuinamente aprendí a amar a Soobin... Es una lastima que ya no nos hablamos.

El la observó, con un rostro bastante serio.

—Jamás te deje de amar, tu partida me dolió demasiado y de alguna manera tenía que sanar de mi tristeza. Fuiste mi primer amor, y esos nunca se olvidan.

—Lo lamento demasiado Lia —la voz de Yeonjun se había roto, con lágrimas en sus ojos, ella acarició su rostro con sus dos manos.

—No Jjunie... Tu y yo ya hablamos de esto, ya te perdoné... Pasado, pisado.

Limpio sus lágrimas, y él hizo lo que pudo para calmarse.

—¿Cómo puedes ser tan buena? ¿cómo puedes confiar en mi? Te hubiera entendido que me dejaras de hablar, total fui un idiota en el teléfono.

—Pero te conozco desde hace mucho mucho, que se cuando en verdad estás arrepentido... Por eso sabía que tus palabras eran sinceras. Y eso para mi era suficiente para volver a confiar en ti.

Ambos se inclinan al otro, y se vuelven a unir en otro beso. Él tomó fuertemente su cintura con una mano, y con la otra su pierna derecha. Se puso en medio de ambas, a la vez que acostaba a la chica boca abajo en la cama.

Se miran, y Yeonjun siente una palmada en su pecho bastante fuerte proveniente de ella, empujándolo. Ella se levanta, y corre al baño en la recámara.

Vomitó. El muchacho se quedó bastante confundido. Se levantó y dijo:

—Ay no, ¿acaso estoy muy feo?

sour • soobinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora