Beomgyu, quien solo vivía a una cuadra de la casa de Soobin, caminó hacia donde su amigo vivía. Era un Domingo a las 6 de la tarde, había un partido de Fútbol Americano de los Dallas Cowboys contra los New York Giants. El señor Zach había sacado la televisión al balcón. Con ayuda de Soobin y Lia, sacaron también una mesa junto con cuatro sillas. El chico ponía los cubiertos y platos, mientras que ella colocaba las frituras y las salsas sobre la mesa. Después acomodó los vasos, un Yeti para cada quien. Él arrastró la hielera para que esté cerca de la mesa, finalizando así con el arreglo de el comedor.
Él timbre sonó. Soobin entró a la casa, tan solo para dirigirse a las escaleras. Las bajó de prisa para ir a con su amigo. Al llegar al primer piso fue a la entrada y le abrió la puerta.
—¡Ven Beomgyu! ¡Ya empezó! —acarilló a su amigo El de cabello largo cerró la puerta una vez que entró y ambos se fueron rápido hacia las escaleras. Las subían corriendo como si de niños chiquitos se trataba. Aunque no era precisamente era por el partido. Estaban entusiasmados por los chilli dogs que el padre de Soobin hace. Tenía preparado para los 4. También asó elotes de un color amarillo muy brillante y betabel. Sin duda ese señor se esmeraba la cocina cuando su equipo de fútbol americano favorito jugaba.
Llegaron hacia el segundo piso. Se fueron directamente a la terraza. Una vez que salieron, Lia se acerca a Beomgyu.
—¡Hola Gyu! —ella le sonríe, y el hizo lo mismo—. Me alegra que hayas venido, te extrañaba.
—¿Oh en serio me extrañabas? —preguntó el de cabello largo, quien tiernamente intentaba ocultar su emoción.
—Algo —se rió ligeramente la castaña.
—Chicos ya está la comida —el hombre coloca tres platos, uno con cada alimento. Todos se sientan, Zach en el lugar más cercano a la televisión, aunque los jóvenes prefirieron al borde de la mesa, quedando Soobin en medio de los otros dos chicos.
—¡Adoro su comida! Gracias por invitarme —sonrió amablemente Beomgyu y tanto padre e hijo sonrieron atentamente.
—Ya sabes que esta es tu casa, Beomgyu.
—Y también tuya, Livie —agregó Soobin—. Por primera vez vas a probar la comida de papá. Es muy buena.
—Afirmativo —agregó el de cabello largo.
Lia sonreía. Tal vez aún no se sentía en casa, pero admiraba los detalles que Soobin intentaba darle para que se sintiera más incluida.
De a poco se iban pasando los alimentos y las bebidas de la hielera, y degustando de la comida. A su vez el hombre emocionado hacía comentarios de vez en cuando que ninguno de los jóvenes entendía porque ninguno disfrutaba el Fútbol Americano ni lo comprendía. Pero por lo menos disfrutaban el tiempo de calidad.
Se pusieron los comerciales, haciendo así que todos se concentrarán en degustar la comida. Pero algo llamó la atención de la chica.
—¡Oh por Dios! ¡Es Taylor Swift! —exclamó ella al ver a la cantante en la televisión anunciando un nuevo tour.
—¿Te gusta Taylor? —preguntó Beomgyu y ella asintió.
—Sin ella yo no me hubiera inspirado a tomar mi guitarra y escribir canciones que reflejarán mis sentimientos. Es una gran artista y quiero ser como ella en no dentro de mucho.
A Soobin se le formó una sonrisa escuchar a Liv hablando de su gusto por la musica.
—¿Quieres dedicarte a la musica?
—Si, seré cantante.
—Woooow. Yo igual —la miró de forma más directa—. No como cantante, porque la verdad no es algo que me apasione. Pero me gustaría ser productor y compositor. Tengo ya unos trabajos realizados en mi laptop... Si a una disquera le gustan, genial. Me encantaría ver mi nombre en los créditos de una canción.
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sour • soobin
Hayran KurguEN PROCESO SOUR 1 (terminada, 40 capítulos) SOUR 2 - en proceso Lia de 17 años tiene muchos sueños, pero por el arriesgado trabajo de sus padres, es difícil para ella pensar que se puedan realizar. Hasta que conoce a Soobin, ese chico carismático y...