Capítulo 26

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—¡Livie deja de comerte la mezcla!

El más alto le arrebató la cuchara y la alzó.

—¡Sooobiiiiin! —se quejó Lia, a la vez que saltaba e intentaba alcanzarla.

—¡Te vas a enfermar! ¡Es pura harina con huevo!

—¡Los cupcakes también son harina con huevo, bobo!

—¡Pero está cruda!

—¡No importa, esta rico! —ella toma su brazo y con fuerza lo baja para quitarle la cuchara y comerse lo que está en ella. El hizo una cara de asco.

—Iba a utilizarla para poner la mezcla en los moldes. ¡Pero ahora tiene tus babas!

—Mis babas son ricas —le extendió la cuchara que ella misma se encargó de limpiar con su boca, pero él retrocedió y la miró de forma divertida.

—Mejor tomo otra cuchara.

Sacó dos del cajón, pasándole una a la chica para que ambos empezaran a colocar la mezcla de chocolate en los dos moldes que contenían unos papelitos de San Valentín . Le divertía mucho, ya que estaban a dos dias de que fuera Halloween, pero era lo que tenían. Sin embargo le pidieron a Beomgyu que comprara lo que les faltaba para hacer el famoso betún que a Soobin le quedaba excelente.

En eso, sonó el timbre.

—Sigue con esto —le indicó el mientras soltaba su cuchara—. Iré a abrirle a Beomgyu.

Lia siguió virtiendo la mezcla, y pudo terminar de rellenar los dos moldes de 8 cupcakes cada uno.

Mientras tanto, se escuchaba como la puerta se abría y se cerraba junto con las voces de los dos chicos. Beomgyu pone la bolsa de supermercado con las cosas que compró en la barra central.

—¡Hola Lia! —saludó el.

—¡Hola Beomgyu! —dice ella de vuelta— ¿Vas a extrañar a Soobin? Se va mañana.

—Si lo extrañaré, pero que suertudo el que podrá convivir con sus no suegros y su no novia en una playa paradisíaca —la chica se rió mientras que Soobin rodaba los ojos.

—Hay que meter estos al horno —dijo el pelinegro, tratando de desviar la conversación, y señalando los moldes.

Lia abrió el horno ya precalentado. Se puso un guante y metió el primer molde. Luego Soobin toma el otro molde y con cuidado empieza a meterlo.

—¿Ocupas un guante? —le preguntó ella.

—No, no necesit-AAAAAAHH

—¡SOOBIN!

Soltó el molde y se hechó para atrás, sostenía su mano con la otra y apretaba los ojos del ardor. Ella fue hacía él, cerrando primero la puerta del horno, y Beomgyu estaba muerto de la risa.

—¡Eso te pasa por jugarle al vergas! —dijo a acarcajadas, empezó a aplaudir y golpear la mesa. Su risa era tan escandalosa, que parecía una foca.

Lia tomó del brazo a Soobin y lo llevó hacia el lavabo, y abrió la llave de agua fría para que le cayera el chorro en su mano. Debido a su tono claro de piel, está se había puesto muy roja.

—Gracias Livie —dijo.

—No hay de que —levantó la vista hacia su rostro y le vio una lágrima caer por su mejilla—... ¡Pero Soobin fue solo una quemadita, tampoco es para que llores! —exclamó pero de forma tierna al ver que luego caían más.

Cerró la llave, y Beomgyu dejó de reír.

—¡Y tú eres muy malo por reírte! —se quejó con el otro chico, aunque ella intentaba aguantarse la risa también.

sour • soobinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora