Capítulo 19

274 21 11
                                    

—¡POR DIOS, SOOBIN! —gritó la chica mientras jalaba su brazo hacia su derecho, ya que un auto pudo estar a nada de atropellarlo en medio de la carretera.

—Perdón, no me fijé... —pronunció el.

Ella pasó el brazo de Soobin hacia sus hombros para que algo de su peso estuviese sobre ella y lo guió a caminar en dirección a su casa.

—¡¿Por qué Lia?! ¡¿Por qué me haces estooo?! —comenzó a quejarse como si fuese niño chiquito.

—¡SOOBIN CÁLLATE Y NO ME DIGAS LIA! ¡Hablamos cuando lleguemos a casa! —y con esto el hizo caso. A ella se le hacía raro eso, como él acataba sus órdenes aún estando ebrio.

Menos mal ella se acordaba del camino. Aunque era un poco pesado sostenerlo. Sería un largo camino.

Llegó a la habitación del chico, luego del batallar que fue subirlo a las escaleras. Abrió la puerta y le indicó a que se sentara sobre la cama. Este lo hizo, y por fin ella sintió un alivio al dejar de sostenerlo.

—Descansa, mañana te levantarás con una resaca así que pasaré temprano a ver cómo te enc- —no pudo terminar de hablar porque él agachó su cabeza y vomitó sobre los pies de Lia. Ella utilizaba sandalias—. Maldita sea —murmuró, con una expresión de asco.

—Lo lamento Livie... Lo lamento por todo... ¡Arruiné todo! —se hechó hacia atrás y se puso a llorar.

—Iré a lavarme. Ahorita regreso.

Con cuidado y aún con cara de asco fue al baño del chico y se dirigió a la ducha. Se quitó los zapatos y abrió la llave para mojarse los pies. Se puso algo de jabón y luego cerró la llave. Caminó descalza y salió, esquivó donde había quedado bonito en el suelo, y se acercó a él.

—Soobin, acuéstate. Tienes que dormir.

—¿Estas molesta? —preguntó, se acomodó y se sentó recargando su cabeza sobre las almohadas. Pero seguía llorando.

Ella no resistió y puso sus manos sobre las mejillas de él, que estaban todas rojas.

—Espérame, iré por agua, y un bowl para que te limpies la boca... Y un trapo para limpiar lo que dejaste.

Ella lo dejó de nuevo. Salió de la habitación. Fue abajo por ese trapo ya mojado, por un vaso de agua y por un bowl como había dicho.

Tomó las cosas y volvió a subir para ir con el.

De nuevo, esquivo el vomito del suelo y se sentó a lado de él. Le pasó el vaso de agua y le indicó que hiciera gárgaras para luego escupir el agua en el bowl. Lo repitieron tres veces, hasta que él le hizo una seña que era suficiente.

—Perdóname Livie... ¿T-te hice molestar? —seguía llorando, provocando que el corazón de la chica se rompiera en pedazos. Se veía tan inocente y le hacía sentir peor.

—Un poco Soobin. Pero ya pasó. Mañana lo hablamos.

—Me siento tan mal... ¡Empuje a mi mejor amigo!

—¿Y porqué lo hiciste? —ella seguía acariciando su rostro para limpiar los rastros de lágrimas, aunque él seguía sollozando.

—Porque estoy enamorado de ti, mi Livie.

Ella se quedó helada con esa respuesta.

—Livie, me gustas mucho —ahora el le acariciaba a ella su mejilla, pero ella ya lo había soltado a él.

—Soobin...

—No sabes cuanto aspira mi corazón a que un día tú estés a mi lado. Y seamos perfectos, tú y yo contra el mundo... Pero Beomgyu me traicionó. Él sabía que me muero por estar contigo. Livie, eres la chica de mis sueños, cuando estoy contigo veo las nubes y las toco porque eres como un ángel que llegó a hacerme compañía.

sour • soobinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora