[2] Capítulo 12

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—¡Genial! Ya aprendiste a hacer huevo —dijo Lia, al ver que Beomgyu le pasó un plato con un huevo estrellado frente a ella, con una carita feliz de ketchup dibujada.

Era el siguiente día, de mañana. Yeonjun se tenía que ir temprano, así que la chica cuando despertó, se topó con un Beomgyu que dentro de poco iba a  irse a trabajar como mesero.

—¿Cómo puedes actuar totalmente normal y sin vergüenza luego de anoche? ¡Somos amigos pero no pensé que ibas a... AAAAAAAAAH!

Ella se rió a carcajadas cuando lo vió hacer una cara de asco.

—Yeonjun dijo que no te iba a molestar —tomó un sorbo de su jugo de naranja.

—Nena, arruinaste mis hojas de sueño —él se sentó frente a ella, con su plato con huevo servido.

—¡Oh vamos! Tú no respetabas tus horas de sueño.

—¡Pero ahora que trabajo sí! Me dí cuenta de lo importante que es dormir 8 horas Lia. ¡Mírame ahora! Soy todo un hombre ahora. Sé cocinar y duermo 8 horas... Ahora, sólo me falta crecerme el bigote.

Lia volvió a reírse.

—¡LIAAAAAA!

—Mejor desayuna antes de que se te haga tarde.

—¿Y tú cómo regresarás a casa?

—Me voy en metro, así que puedo esperar un rato más. No tengo prisa.

—Y yo tomo uno dentro de 25... ¿Y si nos vamos juntos?

—Suena bastante bien.

Luego de unos minutos, ambos terminaron de desayunar. Dejaron los platos en el lavabo. Lia quería lavarlos, pero Beomgyu le recordó que no tenían tiempo. Así que el l tomó de su muñeca, y salieron de el departamento lo más pronto.

—De saber que me quedaría aquí hubiera agarrado un cambio...Incluyendo zapatos.

Ambos corrían hacia la subestación más cercana por la vereda de la calle. Lia traía unos tacones, lo cual le daba una desventaja.

—¡Beomgyu espérame! —ella chilló. El chico se dió la media vuelta, y al ver que ella estaba atrás por unos cuantos metros, fue hacia donde estaba.

—Súbete a mi espalda.

Lia no pudo evitar sonreír, y mientras el se ponía en posición, ella saltó para subirse encima de él. Beomgyu sostuvo sus piernas, y ella rodeó sus brazos en el cuello de él.

—Agárrate bien —dijo finalmente, para después irse corriendo.

Cada vez faltaba menos. Debido a que era de mañana, habían un montón de personas caminando muy deprisa, y los locales iban atrayendo filas bastante extensas.

Hasta que llegaron a la subestación. Beomgyu bajó a Lia con cuidado, pero tomó su muñeca y se fueron juntos.Ambos pasaron sus tarjetas de metro por el acceso. Caminaron derecho, ya que sus estaciones se encontraban relativamente cerca. Había un montón de gente, por lo que no se soltaron.

—¡Ahh!

Lia se quejó del dolor que comenzó a sentir en la parte baja de su abdomen. Puso ambas manos sobre su vientre, soltando así al chico. De repente sus piernas perdieron equilibrio, pero Beomgyu la sostuvo antes de que pudiera caerse.

—¡¿Lia estás bien?!

Ella negó con su cabeza, y siguió quejándose del dolor que sentía. Él se arrodilló enfrente de ella. Comenzó a romper en llanto.

Luego él notó que había sangre que comenzaba a correr por sus piernas. Provocando que se preocupara mucho más.

La levantó a la fuerza, y se la llevó. Sin embargo ella no quitaba las manos de su vientre.

Salieron de la estación, y apenas llegando al borde de la vereda, Beomgyu llamó a un taxi.

Justo el chico había terminado aquella llamada con su jefe, notificándole que llegaría tarde porque llevó a su amiga a Urgencias.

La doctora llega con él. Una mujer bajita, pelirroja que trataba de simular con su rostro tranquilidad.

—¿Usted es el acompañante de Lia Roberts?

—Si. Soy yo —respondió.

—Bien. La paciente presentó una hemorragia, ya que su utero se contrajo y... ocasionó un aborto completamente involuntario. Lamento mucho notificarle que ella presentó la pérdida de su embarazo.

El chico se quedó asombrado, y sumamente preocupado. Sentía un dolor en su pecho, porque sabía lo mucho que podría pesarle estas noticias a Lia. Aunque de seguro ella ya se enterara. Verla en mal estado, lo iba a destruir.

—Ella quiere verlo. Si gusta pasar a la habitación.

Asintió, y la doctora lo guió hacia la puerta que indicaba la sala donde se encontraba la chica, con una bata de hospital, sentada sobre un colchón, sus manos a sus costados y ella mirando al suelo.

—Los dejaré solos un momento —anunció la doctor. Cerró la puerta.

Beomgyu se arrodilló, para quedar a su altura. Y con sus dos maños tomó la de ella. Lia comenzó a sollozar.

—Lo lamento mucho... Yo- yo sé que hubieras sido una buena mamá... Pero habrá otro momento. Tal vez ahora no lo era, pero aún estás a tiempo porque sigues siendo muy joven. Y tendrás mucho futuro por delante. Posiblemente, un mejor futuro que puedas otorgar a tu próxima familia, cuando desees tenerla.

La abrazó fuerte. Ella escondió su cabeza en el hombro de él, y susurró en su oído.

—No le digas nada de esto a Soobin... Que él no sepa nada.

—No Lia, no le he dicho nada y no lo haré... Tu secreto está conmigo.

Ella se aferró más a él, y el muchacho a su vez también lloró por ella.

La clase de Historia en la que estaba Soobin había culminado. El chico, había poco a poco comenzado a asistir a clases, y regularizarse académicamente. No le fue fácil, pero su mejor amigo Kai se ofreció a ayudarlo todas las tardes.

Fue hacia su casillero, con el objetivo de guardar su libro y cuaderno de Historia, para tomar los de Cálculo.

—Soobin.

El chico saltó del susto, y se dió cuenta que Maddie estaba frente a él. Ella se rió inocentemente.

—Que adorable te ves cuando te asustas.

—¿Necesitas algo? —el preguntó, viendo aún sus libros.

—¿En serio Lia, tu ex estará en un show de Disney?

—Uh... Supe que audicionó. No sé si obtuvo el papel.

—Si lo obtuvo.

—Ah. Pues, que bien. Estoy feliz por ella —cerró su casillero, y dirigió su atención a la pelirroja.

—Un portal de noticias ya confirmó el cast y ella es la protagonista... Suena algo bastante grande... ¿Te imaginas? Vas a tener que verla si en algun momento, que ella promocione y salga su cara en todas partes...

—Pues me pondré feliz y le diré a Beomgyu que me la felicite de mi parte. Adiós.

Él se fue alejando, pero ella fue tras el.

—No entiendo... Hace unos días me besaste en una fiesta. ¿Y ahora vuelves a actuar como si me odiaras por la partida de tu novia?

—Lo siento —se dio la media vuelta—. No tengo sentimientos por ti, y ese beso para mi no significó nada porque no me puedo ver en una relación contigo. Discúlpame si no fui claro al respecto. Pero lo que sí es verdad es que no voy a perdonarte por lo que le hiciste a la única chica que he amado de verdad... Tengo que irme, tengo clases.

Volvió a retirarse, dejando a la chica con las ultimas palabras en su boca.

sour • soobinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora