[2] Capítulo 8

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Soobin tenía una expresión bastante seria. Estaba en la oficina del director. Impacientemente movía su pie derecho, ya que este se retiró pero le prometió volver.

Cuando el adulto llegó, se sentó frente a él, en su escritorio.

—Choi Soobin. Un gusto verte. Sin embargo, no me place tener que hablar contigo. Es un tema serio, y sobretodo para ti porque eres un muy buen estudiante.

"Como sea" pensó el muchacho. Rodó sus ojos. Simplemente no le agradaba ese tipo.

—Me reportaron que no haz estado entregando tareas, y ya no asistes a todas las clases. Y eso es bastante feo proveniente de ti. Tú eres la persona más cumplida que conozco... Se que no han sido fáciles estos días luego de que le pasara "eso" a tu padre... Pero tienes que decirnos que necesitas tiempo.

—No necesito de un tiempo, ni su simpatía —respondió secamente.

—Oye... Los exámenes de admisión a la Universidad se aproximan, y para que te aceptan siguen considerando las calificaciones de tu último semestre...

—¿Y qué? ¿Es obligatorio que haga todo eso?

—No es lo que usted quería, joven? ¿Asistir a la Universidad?

—La verdad ya no sé si lo quiero... No tengo a quien cuidar, ni a quien enorgullecer. ¿La universidad es realmente algo que yo quiero? ¿O las expectativas de la sociedad? Ya... ya  no sé quien soy —el pelinegro tragó saliva.

El hombre se quedó sin palabras. Ambos se miraron, en silencio.

—Soobin —aclaró su garganta—, por favor piénsalo. Tus profesores están preocupados... Todos estamos realmente preocupados. Y aún tenemos nuestras esperanzas puestas en tí. Si necesitas hablar con alguien, sabes que tenemos una consejera emocional con su oficina.

El chico no dijo nada más.

—¿Tienes algo que decir?

Soobin negó con su cabeza.

—Bueno, supongo que ya te puedes retirar.

El rumor, el cuál era un suceso que sí ocurrió, se esparció por toda la escuela, y ahora que Soobin pasaba por los pasillos de la escuela, notaba como lo miraban. Todos esperando a que la bomba estallara.

El muchacho asistió a la fiesta de Collin ayer, uno de los tantos chicos del equipo de Soccer de la escuela. Asistió una buena parte de la generación. Entre ellos, Marleena, y su novio, Pablo, una de las parejas más populares. Marleena se alejó de su novio cuando él estaba con sus amigos. No era secreto que ella se sentía atraída por el pelinegro que recién había ingresado al "grupito". Era recíproco.

Había sucedido muy rápido. Los dos se habían visto en su auto. Solo iban a hablar y fumar un cigarro, pero fue cuando él mencionó que terminó con su ex novia ese mismo día. Marleena notó que estaba triste, así que lo besó. Él había respondido aquel beso, y las cosas procedieron a ponerse ardientes entre ellos dos. Terminaron haciéndolo ahí mismo y aunque se tenía previsto que fuera un secreto, alguien tomó evidencia de ello y ahora las fotos les llegó a toda la escuela.

Soobin apenas había cerrado su casillero, hasta que fue noqueado con un golpe en la nariz dado por Pablo.

Calló al suelo con una nariz ensangrentada.

—¡¿QUIÉN TE CREES QUE ERES SOOBIN?! ¡¿Crees que puedes meter con mi novia porque si?! Te juro que te voy a matar y vas a estar agonizando, maldito —dijo el chico, el cual era casi de su misma estatura, pero muchísimo más fuerte por su dedicación en el gimnasio.

Todos los demás rodearon a ambos chicos. Estaban completamente atónitos. Inclusive unos muy asustados.

—¿Por qué no te levantas y actúas como un hombre? Ah si, ¿por qué eres patético, no? —comenzó a patearlo en el estómago. El chico seguía en el suelo, y aunque trató de cubrir su cuerpo, fue imposible no recibir los golpes del otro— Eres un estupido que pensó que podía ser uno como nosotros... Pero todo te sale tan mal, ya no deberías de seguir en este mundo.

Le dio unas patadas más. El pelinegro no soportó más y comenzó a llorar.

—¡¿Oye qué te pasa?! —Taehyun intervino, acercándose a Pablo y empujándolo. El chico chocó con los casilleros, pero fue bastante rápido para empujarlo de vuelta.

—¿Qué? ¡Esto es entre él y yo! Él se cogió a mi novia y ahora me las va a pagar.

—Ni lo pienses —se puso frente a él, y en eso Kai aprovechó para ayudar a Soobin a levantarse—.Si te metes con mi amigo, te metes primero conmigo.
Pablo  fue el primero en lanzar un golpe, pero no le atinó, y entre los dos comenzaron a atacarse.

—¡HEY! —uno de los profesores de la escuela se acercó, y ambos chicos se detuvieron!— ¡Ustedes dos! ¡A la oficina del director, ahora!

Mientras tanto, Kai llevó a su mejor amigo a la enfermería, colocando su brazo encima de sus hombros para que pudiese caminar.
El

sour • soobinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora