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Llegamos al salón de profesores y la señorita Lee se sentó en su escritorio.

—Mina, cuéntame ¿aún no te unes a un club?—preguntó.

Me relajé al saber que no era lo que yo pensaba, Dahyun no nos había acusado y no iban a suspenderme.

—No, profesora, no he visto los clubes disponibles aún.

—Verás, solo los estudiantes de primero tienen libertad para buscar un club durante la primera semana, para los de segundo es obligatorio empezar desde la primera semana con sus actividades.

—Lo lamento.

—Tranquila, entiendo que también acabas de llegar a la escuela, pero necesito que de aquí al viernes ya hayas elegido un club, o la próxima semana me temo que tendré que enviarte a detención.

—Si, profesora, me uniré a un club lo antes posible—me atraparon más rápido de lo que esperaba.

La profesora me entregó una lista con todos los clubes que había en la escuela, no mucha variedad. Club de costura, de cocina, de canto, baloncesto, voleibol, handball, jardinería, ciencias y ahí acababa la lista.

—En la parte de atrás están los clubes de la otra escuela, puedes incluso unirte a uno de esos—la miré extrañada—Después del horario de la última clase, las escuelas se abren para el libre tránsito, pues comparten infraestructuras y algunas instalaciones—asentí para mostrar que comprendía—Supongo que sabes que las escuelas se separaron por una tonta pelea matrimonial...—rodó los ojos—en los últimos años se han ido apaciguando las cosas, así que hace un tiempo los estudiantes comenzaron a compartir clubes.

Al otro lado de la hoja con los clubes, había una lista muchísimo más larga. Fútbol, softbol, beisbol, atletismo, arte, escultura, taekwondo, karate, música, videojuegos, anime y manga, lectura... ¿Por qué la otra escuela tiene tantos clubes?

—Porque la mayoría de los salones de esos clubes están allá—respondió la señorita Lee ¿hablé en voz alta?—pero como te digo, tienen libre acceso a la infraestructura de la otra escuela una vez que acaban las clases.

—Buscaré uno que sea de mi interés, muchas gracias, con permiso— me retiré lentamente.

Para mi parecía imposible entrar a un club que estuviese en la otra escuela, no iba a arriesgarme otra vez a entrar ahí, menos sabiendo que la chica misteriosa y la chica alta de los moretones tenían algún tipo de relación. Tendría que probar los que estaban en la nuestra. Descarté los clubes deportivos, pues si llegaba a lesionarme, no podría bailar. El club de costura sonaba bien, así podía estar con Sana. Me pregunté en qué club estaría Jihyo.

[...]

Asistí junto a Sana al club de costura. Definitivamente no es lo mío. Es verdad que no hacen mucho más que conversar, pero cuando intentaron enseñarme a usar la máquina, fracasé épicamente. Estas manos están hechas para otras cosas, como combatir jefes finales en un videojuego. ¿Y si entraba al club de videojuegos? Pero estaba en la otra escuela...

El jueves no pude ir a ningún club, pues me fui rápidamente a la academia. Y el viernes, entre ir al club de jardinería o al de videojuegos que quedaba en la otra escuela, decidí finalmente armarme de valor y cruzar la calle, no tenía mucho interés en la jardinería.

No estuvo tan mal. Caminé rápidamente por los pasillos y casi no me topo con nadie. El club estaba constituido por cuatro chicos y una chica, sentados y jugando juntos con sus Nintendo y celulares. De hecho, la chica era de mi escuela, podía acostumbrarme a ese ambiente tranquilo.

Malentendido (Michaeng)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora