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Como Chae prometió, no volvió a evitarme en la escuela, habíamos vuelto a ser como antes. Las cosas iban mejor para mí, a excepción del problema con Jeongyeon que aún no solucionábamos. Le habíamos escrito mensajes, Tzuyu y Momo habían intentado hablarle en los pasillos de su escuela, incluso yo intenté hablarle a la hora de salida cuando la econtré en la calle que separa nuestras escuelas, pero ella siempre nos evitaba. Hasta que un día, en medio de una práctica del club, en plena coreografía, la puerta se abrió, dejando ver a la mismísima Jeongyeon.

—Antes de que pregunten qué hago aquí—dijo, cuando paramos la música que sonaba por el parlante- quiero pedirles disculpas—hizo una reverencia.

Todas la miramos en silencio, sin saber qué decir.

—Se que me comporté como una idiota. Fui falta de respeto con todas, especialmente con Sana y Chaeyoung, y estoy muy arrepentida de la forma en que las traté y de lo que dije.

—Jeongyeon...—Momo intentó hablar.

—Y lamento haberles ignorado y evitado todo este tiempo—seguía hablando, parada en el marco de la puerta. 

—Unnie—Tzuyu intentó llamar su atención.

—Se que mi comportamiento es motivo de expulsarme del club, pero de verdad me encanta bailar con ustedes, las extraño a todas y me gustaría volver a pasar tiempo aquí cada tarde.

—Jeongyeon—era Sana quien intentaba llamar su atención esta vez, y funcionó. Jeongyeon levantó la vista, atenta a las palabras de Sana—Se que no pudimos conocernos bien, pero llevo todo este tiempo queriendo saber quién eres realmente, no voy a quedarme con la imagen de ti que me hice aquella tarde—Sana hablaba con seriedad, pero ternura a la vez—estoy segura que las chicas te quieren y disfrutan tu compañía porque eres mucho más que las palabras que dijiste esa vez, así que por favor, empecemos de cero, conversemos y conozcámonos—le sonrió con su cálida sonrisa.

Jeongyeon se limpió una lagrima que había comenzado a caer por su mejilla, luego Nayeon que estuvo detrás de ella todo el tiempo le dio un empujón para que entrara en el salón.

—Ya estás disculpada, tonta, ahora deja de hacerte de rogar y entra—le dijo la mayor, entrando junto a ella.

—Te extrañé, unnie—dijo Chae, acercándose a ella, con los brazos abiertos, ofreciéndole un abrazo.

—¡Lo siento, Chaeyoung!—Jeongyeon aceptó el abrazo, al que nos sumamos de a poco las demás, incluso Dahyun, que no había logrado si quiera conocer por un momento a la Jeongyeon que todas queríamos.

Una vez que todas estábamos más tranquilas y nos separamos del abrazo, nos sentamos en círculo a conversar.

—Yo...realmente no quise decir todo eso...—dijo Jeongyeon—Quiero ser lo más honesta posible con ustedes—inhaló con fuerza y soltó un gran suspiro—En mi familia nos educaron para respetar a todas las personas, pero también son muy tradicionales, y siempre ha sido mal vista la homosexualidad o conductas de ese tipo.

Todas queríamos decir algo ante sus palabras, lo sabía, pero seguimos escuchando.

—El tema de la homosexualidad es un tema para mi. Verán...es que hace un tiempo...bueno...tengo una amiga muy, muy cercana...No puedo contarles mucho sobre ello, pero mi amiga llegó a cuestionar su sexualidad y yo, como ella es tan cercana, me vi envuelta en un dilema...—también estoy segura que todas nos dimos cuenta de cómo miró a Nayeon disimuladamente—Hasta el día de hoy, tengo problemas con el tema, sentimientos encontrados, opiniones que se contradicen, y es un tema que debo resolver conmigo misma...y mi amiga.

Malentendido (Michaeng)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora