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Se me revolvió el estómago al pensar en qué era lo que había preguntado Dahyun.

—Voy a girar la moneda—anunció la mayor.

La moneda giró en cámara lenta. "Por favor, por favor, cara, cara, cara" repetí en mi mente, mientras ponía mi cara de póker, fingiendo que no necesitaba saber.

—Sello.

Todas reaccionaron con decepción, maldije en mi cabeza a esa estúpida moneda.

—Lamentable, yo también quería saber—Nayeon guardó la moneda de vuelta en su bolsillo—Para el siguiente juego, verdad o reto, preparé muchos retos que escribí en papelitos y los puse en este recipiente—de algún lugar sacó un cuenco lleno de pequeños papelitos doblados.

—Ya saben cómo funciona—Jeongyeon se acomodó en su asiento—Entonces...Tzuyu, ¿verdad o reto?

—Reto.

Nayeon le alcanzó el recipiente de los retos y la chica sacó un papel.

—Besa en la boca a la persona sentada a tu derecha—leyó en voz alta.

—¡Uuuh!—reaccionaron con emoción.

Yo no reaccioné de ninguna forma, seguía con mi cara de póker.

—Supongo que esa soy yo—Chae se señaló a si misma.

Contuve mis celos apretando el pequeño vasito que sostenían mis manos.

—¿Cuánto debo beber?—preguntó Tzuyu de inmediato.

—¡Esperen!—Nayeon saltó del sillón—Son las doce de la noche, ¡ya es el cumpleaños de Jeongyeon!

—¡Feliz cumpleaños!

—¡Felicidades!

Nos pusimos de pie para darle un abrazo.

—Tengo un regalo para ti—dijo la chica mayor tras abrazarla—Es más bien para todas.

Nayeon corrió otra vez al interior de la casa y cuando venía de vuelta, vimos que traía una botella en la mano derecha y una bolsa de limones en la otra.

—¿¡Tequila!?—exclamó sorprendida la cumpleañera.

—Feliz cumpleaños, querida Jeongyeon—destapó la botella—¡Un shot de tequila por la cumpleañera!

—Nunca he bebido tequila—comentó Jihyo.

—Ni yo—dijimos las demás.

—Siempre hay una primera vez.

—Bueno, vamos a servirlo, vacíen sus vasos—la cumpleañera se tomó lo que le quedaba de soju en el vaso y todas la seguimos.

Mientras Nayeon cortaba limones, nosotras llenábamos nuestros vasos con el licor.

—Primero sal—Jeongyeon se echó una pizca de sal entre el dedo índice y el pulgar—después el tequila—levantó el vaso que tenía en la otra mano—y finalmente, limón—nos mostró el limón que sostenía con la mano de la sal.

—¡Por la cumpleañera!—gritó Nayeon.

—¡Salud!—respondimos.

Lamí la sal, inmediatamente tomé el vaso de tequila de un trago, sentí como me ardía la garganta, y mordí el limón. No pude evitar arrugar la cara por lo ácido del limón y sacar la lengua por el ardor.

—¡Me quemaaa!—Dahyun estaba igual que yo.

Todas lo estaban, realmente.

—¡Ah, el poder del tequila!—Nayeon cerró los ojos complacida por su regalo—Ya se acostumbrarán y aprenderán a amarlo.

Malentendido (Michaeng)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora