Malentendido (Michaeng)

28

El gran día de la obra había llegado, el horario de clases fue normal, como siempre, tranquilo y aburrido, pero apenas sonó el timbre que indicaba el comienzo de la hora de actividades de los club, todo se volvió un caos. Sana llegó a nuestro salón con un vestido en las manos.

—¡Vamos chicas!—entró gritando.

Nosotras apenas estábamos guardando nuestras cosas.

Corrimos hasta el salón de las chicas de primer año. Crucé miradas con Chae, no la había visto desde el día anterior, pero ella parecía muy normal, a diferencia de Dahyun, quien parecía estar de mal humor desde que llegamos a su salón. Todas juntas fuimos con paso apresurado hasta la escuela B, nos encontramos con algunas chicas del club de canto en el camino, que se sumaron a nosotras. Cuando llegamos al salón del club de teatro había personas yendo de un lado a otro de forma caótica. Unos llevaban vestuario, otros movían escenografía, algunos repasaban el guion, otros calentaban las cuerdas vocales, y algunos repasaban coreografías en sus lugares.

—¡Atención!—gritó Misuk—¡Tenemos una hora y media antes de la función, vamos a darle una vuelta rápida completa a toda la obra!

—¡Pónganse en sus posiciones iniciales!—exclamó Haneul. 

Inmediatamente todos comenzaron a moverse y seguir las instrucciones de las dos chicas. Ensayamos una última vez toda la obra. Chaeyoung estaba en un costado, nerviosa, recitando en voz baja todo el guion una y otra vez.

—Chae—me acerqué a ella y le hablé en voz baja, mientras Nayeon y Jeongyeon inerpretaban la primera canción del musical—Ayer ensayamos muchas veces, lo harás bien, tranquila—no soportaba verla tan nerviosa.

Cuando era su turno de salir a escena tomé su mano y la llevé hasta el punto desde donde tenía que aparecer. Me miró como rogando que la sacara de ahí, pero cuando llegó su momento, saltó en escena, literalmente, como decía el guion, junto a la bruja. Lo hizo bien, lo hizo muy bien. Bailó y cantó tan bien como lo habíamos ensayado, y actuó como no había conseguido hacerlo la noche anterior. Al final de la primera escena en que apareció, todos le aplaudieron, sabían que no debió ser fácil para la chica aprender tanto en un fin de semana.

—¡Chaeyoung, eres genial!—exclamó Misuk, a ella se sumaron mas chicos, dándole palabras de apoyo.

Con tantos halagos la chica no pudo evitar sonreír y al mismo tiempo, sonrojarse, quise ir corriendo y abrazarla, pero era mi turno de aparecer en escena.

El ensayo terminó bien, estábamos listos para presentarnos. Cada uno tomó su vestuario y los que no tenían, llevaban escenografía, y caminamos hacia el auditorio. Quedaban cuarenta y cinco minutos para comenzar. Todos se vistieron y maquillaron. De pronto escuché unas risas, miré hacia el lugar de donde venían y me encontré con una Chaeyoung vestida de duende, un gorro, una barba y unas orejas y nariz puntiagudas falsas, se veía muy chistosa, pero a la vez adorable, al menos para mí, los demás no dejaban de reírse. No sabía si las mejillas rojas que la chica lucía eran parte del maquillaje o por la vergüenza, pero de todas formas se veía bien.

—¿No me vas a decir que me veo linda?—bromeó acercándose a mí.

—Eres el duende más lindo que he visto—dije burlonamente, ella rio.

—Esas alitas te quedan bien—dijo, indicando las alas que tenía en la espalda.

—Gracias—las agité.

Nos quedamos en silencio, Chae estuvo a punto de decir algo, cuando Misuk gritó.

—¡Cinco minutos! ¡A sus posiciones!

—Rómpete una pierna—me dijo sonriendo. Yo la miré sin decir nada, estaba admirando su sonrisa—Ah, no es literal, espero que no te pase nada, unnie, me refiero a que...