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Al día siguiente, miércoles, entregarían los resultados de los exámenes. Jueves sería mi último ensayo antes de la presentación de la academia. Viernes sería el último día de clases y por lo tanto, último día del club. Sábado tenía la esperada presentación. Domingo mi despedida, organizada por las chicas. Lunes tenía que terminar de empacar. Y martes, ya era el día del viaje. Según mis cálculos, miércoles y viernes serían mis días más libres, así que me encargaría de tener mi tiempo a solas con Chaeyoung. Tenía que decirle que la amaba, decírselo bien y cara a cara, ambas completamente despiertas, quería que ella supiera lo importante que es para mí, lo mucho que iba a extrañarla y que cada día la extrañaría más que el anterior.

El miércoles llegó. Chaeyoung asistió a la escuela.

—Perdóname por no contestar tus mensajes anoche, llegué muy tarde a casa—abrazarme fue lo primero que hizo cuando llegó en el segundo receso hasta mi salón—Los leí recién esta mañana.

Tenía las ojeras marcadas, el cansancio se notaba en su cara.

—No pidas perdón, es admirable que seas tan buena amiga.

—Prometo que te recompensaré el tiempo perdido, ¿crees que podamos hacer algo hoy después del club?

—Claro, me encantaría—sonreí feliz de por fin poder pasar tiempo con mi novia—podemos ir a cenar a algún lugar—propuse.

—Bien, es una cita—besó mi mejilla.

—¿Cómo te fue en los exámenes?—pregunté, los resultados se habían publicado a la hora del primer receso.

—No he visto aún, había olvidado que era hoy—se agarró la cabeza.

—¿Te acompaño a ver?

—¡No!—exclamó—No quiero que me veas fracasar si es que reprobé alguno.

—No seas tonta—reí por su ocurrencia—Vamos— tomé su mano y caminamos hasta el mural donde estaban los resultados publicados.

Chae se pegó al mural para observar la lista, hasta que encontró su nombre. Soltó un enorme suspiro.

—Aprobé—dijo, dándose la vuelta con una enorme sonrisa.

—¡Bien!—la abracé y comenzamos a saltar mientras girábamos, celebrando.

—De verdad, muchísimas gracias por tu ayuda, Mina unnie.

Me miró con tanto amor y felicidad que no pude evitar decirlo una segunda vez...

—Te amo—le di un rápido beso en la boca, aprovechando que éramos las únicas en el pasillo.

Ella me abrazó con fuerza nuevamente, pero no hubo ninguna palabra como respuesta, solo escondió su cabeza en mi cuello.

El timbre para volver a clases sonó.

—Nos vemos en el club—se despidió sonriente.

Por supuesto que no iba a almorzar conmigo, si es que Somi había asistido a la escuela, seguramente iba a saltar el muro para ir con ella.

En el club habíamos estado bailando una coreografía que había creado Momo, no íbamos a presentarla en ningún lado, pero era para darle en el gusto a la chica, además la coreografía era muy buena y divertida. A mitad de la práctica, cuando nos sentamos a descansar y beber agua, Chae tomó su celular y la vi escribiendo. Se acercó a mí, y mientras yo bebía agua, me habló en voz baja.

—Unnie...¿podemos dejar nuestra cita para otro día?

La miré extrañada.

—Lo que pasa es que hoy en el almuerzo Somi se veía muy triste, estaba pensando en que le haría bien distraerse y mañana su padre vuelve a casa, tendrá que estar pendiente de cuidarlo a él y a su hermana a partir de entonces, así que hoy es el único día en que puede hacer algo para distraerse—explicó.

Malentendido (Michaeng)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora