59

420 58 10
                                    

El sábado por la mañana, si es que puede llamarse mañana, desperté cerca de las doce.

—Mamá, ¿por qué no me despertaron?—pregunté, bajando las escaleras.

—Mamá salió—respondió papá desde la cocina—Y me dijo que tenías algo que hablar conmigo, ¿quieres un café?—ofreció, mientras se servía una taza de café para él.

Así inicié el día, con otra conversación sobre mi sexualidad. Afortunadamente, con la charla del día anterior que tuve con mamá, me había quedado más tranquila. Y efectivamente, papá me dijo que ya se había dado cuenta y me felicitó por mi relación, incluso me dijo que invitara a Chaeyoung a quedarse esa noche, después de la presentación, claro que papá no sabía de nuestra pelea, pero aun así le dije que le preguntaría. Quizás lograba hablar con Chae y arreglar las cosas antes del final del día, esa era mi intención.

Después de desayunar, volví a mi habitación y pasé casi dos horas tirada en mi cama tratando de escribir un mensaje para Chae.

Mina: Podemos hablar? (1:54 pm)

Decidí que lo mejor sería hablar en persona, así que borre todo el texto que había escrito hasta ese momento y envié algo más simple. Dejé el teléfono sobre mi cama y fui a almorzar, al volver de comer y revisar el celular, vi que aún no había respuesta.

Me metí a Instagram a matar el tiempo. Había una historia de Chae, no me demoré ni un segundo en apretar para verla. Eran ella y Somi, jugando con un filtro de Instagram, de fondo se veían las murallas de lo que reconocí como un hospital. La historia había sido publicada hace veinte minutos aproximadamente, es decir que Chae no me contestaba porque no quería hacerlo, y tenía todo el derecho, pero ya se le pasaría el enojo y contestaría, eventualmente. Incluso podíamos hablar después de la presentación, porque yo estaba dando por hecho que la chica iría sí o sí...Chae jamás faltaría a mi presentación, aun cuando hubiesemos peleado el día anterior.

A las cinco nos dirigimos con mi familia al teatro donde iba a ser la presentación, era pequeño y quedaba bastante lejos de mi casa, así que no había querido invitar a las demás chicas, después de todo era una presentación pequeña, a la única que había invitado era Chae. Sin embargo, cuando salí a escena y miré hacia al público, buscando desesperadamente a la chica, no la encontré. En lugar de ver a mi novia, encontré a mis amigas, estaban las siete chicas del club de baile sentadas una al lado de la otra en la quinta fila, pero nada de Chae. Esperé a que entrara por la puerta en algún momento, pero tampoco. Chaeyoung siempre llegaba, tarde o temprano, quizás al bajar del escenario, o al salir del teatro...pero no. Ese día no fue como los otros, Chaeyoung no llegó. Mis amigas dijeron que Chae las había invitado, y que les parecía muy raro que no hubiera asistido, pues se veía muy entusiasmada cuando les contó de la presentación.

Revisé mi celular, el mensaje aún no había sido leído. Había otra historia de Chae en Instagram. Esta vez era el video de un perro durmiendo, ese perro no era de Chae, y la casa tampoco. Por la risa que se escuchó de fondo junto a la suya, supe que era la casa de Somi.

Me sentí devastada y molesta conmigo misma, porque el único motivo por el cual estaba ahora con Somi y no conmigo era porque yo misma me había ocupado de espantarla y decirle que no quería volver a verla.

Mis compañeras de la academia me tenían preparada una fiesta de despedida en casa de una de las chicas, así que puse mi mejor cara y después de despedirme de mis amigas de la escuela, me fui con mis compañeras a celebrar. Mis padres fueron a buscarme bastante tarde, cerca de la una de la mañana. Llegué a bañarme y dormir, aún sin obtener respuesta de Chae.

El domingo llegó y finalmente vería a Chae. Sin lugar a dudas nos encontraríamos, pues ese día las chicas habían preparado una despedida para mi y justamente era en su casa. El día pasó muy lento, demasiado. Hice de todo para matar el tiempo. Acompañé a mis padres a comprar, miré un documental del polo norte en la televisión junto a papá, ayudé a mamá a cocinar, ordené los libros del librero por orden de colores...luego por orden alfabético...y luego por fecha de publicación, pero ninguno me convencía, así que simplemente los terminé ordenando por tamaño.

Malentendido (Michaeng)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora