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Probablemente por la adrenalina del momento, no dejé de correr, intenté no apoyar todo mi peso en el pie izquierdo, pero la fuerza de mi compañera me arrastraba y no podía evitarlo. Ya no me importaba ganar, solo quería terminar la carrera de una vez. Cruzamos la meta en segundo lugar, y detrás de nosotras llegaron Sana y Dahyun.

—¡Bien hecho, Myoui!—mi compañera levantó su mano para chocar los cinco.

—¡Bien hecho!—respondí, chocando nuestras manos en lo alto y aguantando el dolor.

Enseguida me agaché y desaté el nudo que unía nuestros pies.

—¡Waaa, Mina! —Sana llegó a mi lado y me dio una palmada en la espalda—Eres más rápida de lo que esperaba.

—Ya dinos, ¿qué vas a querer?—apareció Dahyun con cara larga—¿Agua?...¿Un jugo? ¿refresco?

—Con agua estaré bien, pero eso sí, tienen que darme una botella cada una.

—Me parece justo- respondió Dahyun.

Tomé aire profundamente, para aguantar el dolor que se venía, y comencé a caminar junto a ambas, mi tobillo parecía no estar tan lastimado después de todo, no podía estarlo. Se nos unió Jihyo que había estado mirando la carrera, me dio un abrazo y me felicitó, pues nuestro equipo había obtenido los dos primeros lugares en la carrera, sumando puntos al marcador general. Compramos botellas de agua y caminamos juntas hasta la entrada, buscamos un lugar cercano donde esperar sentadas a Chaeyoung.

Pasaron quince minutos y mi tobillo empezó a palpitar, se sentía caliente. La verdad es que no quería aceptar el hecho de que probablemente tenía un esguince en el tobillo, yo ya había sentido antes ese dolor, pero tenía una competencia de ballet muy pronto, demasiado pronto como para estar lesionada.

—¡Ahí está!—exclamó Sana.

Y vimos cómo Chaeyoung llegaba con un trote cansado. Casi arrastrando los pies y con la lengua afuera. Cuando entró a la escuela se dejó caer en el suelo mientras recuperaba el aliento. Nos acercamos a ella, yo medio cojeando, y coloqué las dos botellas de agua que tenía en las manos, sobre sus mejillas, en un intento de refrescarla.

—Nunca...vuelvo...a...correr...una maratón—dijo entre jadeos, intentando normalizar su respiración.

—Lo hiciste muy bien Chae, no han llegado muchas personas antes de ti—intentó animarla Dahyun.

—Vayamos a la sombra—propuso Jihyo.

Sana le ayudó a Chaeyoung a levantarse y caminamos de vuelta hacia donde estábamos sentadas.

—Chicas, en realidad...no me siento muy bien, creo que necesito ir a la enfermería—dijo de pronto Chae.

—¿Quieres que t—Dahyun fue interrumpida por la misma Chae.

—Mina unnie, ¿podrías acompañarme a la enfermería?—preguntó mirandome.

—Sí—respondí extrañada.

Aguanté el dolor en mi pie, tratando de hacerme la fuerte, y le ofrecí mi brazo para que se tomara de este. Entramos al edificio y de pronto Chae se detuvo, soltó mi brazo y me miró con el ceño fruncido.

—La que necesita ayuda para caminar eres tú—miró mi tobillo, luego me miró a mi con los ojos entrecerrados. Tomó mi brazo y lo pasó sobre sus hombros— vamos.

—¿Cómo...?

—Te vi cojear desde que llegué. ¿Por qué no has ido a la enfermería?—preguntó un poco exaltada.

—Es solo un leve-

—No importa qué tan leve sea, si te duele hay que tratarlo, vamos a ir a la enfermería y vas a descansar—dijo tajante.

Malentendido (Michaeng)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora