Dormí como un bebe. Si no fuera porque sentí a Chae moverse bajo mi brazo, no hubiera despertado en horas.
—¿Te desperté?—preguntó preocupada—Lo siento, tengo que ir al baño.
—No importa—respondí, levantando mi brazo y desperezándome.
—¿Cómo dormiste?—preguntó sonriente.
—Muy bien—respondí con una sonrisa también—¿y tú?
—No dormía tan bien desde la última vez que dormimos juntas.
Ataque directo por la mañana, qué injusto, Chaeyoung. No supe que responder, pero seguro mi cara se puso roja, porque la chica apoyó el dorso de su mano en mi mejilla, como intentando enfriarla con sus manos heladas.
—Ya vengo—pasó por sobre mi para bajarse de la cama.
Cuando la chica se fue, me derretí sobre el colchón, con el corazón a mil por hora, ¿qué había hecho yo para merecer esta tortura? ¿Por qué Chae tenía que ser tan linda? ¿por qué todo lo que decía parecía ser coqueteo? ¿y si estaba coqueteándome?
Bajamos las escaleras, eran las nueve apenas, no esperaba encontrarme con todo el mundo moviéndose en la cocina y el comedor.
—¿Por qué no nos despertaron?—preguntó Chae.
—Estaban demasiado abrazadas durmiendo, nos dio pena despertarlas—dijo Jihyo.
—¿Ya le cantaron el feliz cumpleaños a Jeongyeon unnie?—Chae ignoró lo que Jihyo acababa de comentar.
—Las estábamos esperando—Nayeon ponía tazas sobre la mesa.
—Siéntense—ordenó la hermana de Jeongyeon, que estaba sentada bebiendo un taza de café.
Todas tomamos un lugar en la mesa, pues ya todo estaba puesto en su sitio. El ambiente era tenso, nadie hablaba, solo mirábamos a Seungyeon, esperando que dijera algo.
—Vamos a olvidar lo que pasó ayer, pero no quiero que vuelva a pasar. Confío en que todas ustedes son buenas chicas, por algo son amigas de mi hermana, pero tienen que aprender a ser más responsables, ¿sí?
—Si—respondimos a coro.
—Entonces...hagamos que este día especial sea memorable para mi hermanita, ¿sí?
—¡Si!
—Voy a buscar el pastel.
Se puso de pie y cuando volvió traía en las manos un gran pastel con varias velas encendidas. Cantamos, Jeongyeon sopló las velas y todas aplaudimos. Nos servimos té, café y comimos del delicioso pastel.
—Tengo un regalo para ti Jeongyeon unnie—Dahyun sacó una bolsa de debajo de la mesa.
—¡Ah, yo también tengo uno!—Momo se puso de pie—Voy a buscarlo.
Las demás también fueron a buscar los regalos que habían comprado para Jeongyeon.
La chica estaba muy contenta con sus regalos, todas habían pensado y buscado con mucho esfuerzo algo para ella. La última en entregar su regalo fue Nayeon.
—Bueno, parte de tu regalo lo bebimos ayer...—dijo avergonzada, mirando a Seungyeon—Pero me faltaba entregarte esto—le entregó lo que supuse que era una carta, y una pequeña bolsa.
Jeongyeon tomó la bolsa y de su interior sacó un par de lindos guantes.
—Ya que se acerca el invierno, así que...
—Gracias, Nayeon—Jeongyeon la miró como si fuera lo más precioso en este mundo.
—La carta no la leas aquí, léela después.
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Malentendido (Michaeng)
Romance"Cuando me di cuenta de su presencia, y ella se percató de esto, levantó una mano y me dio un pulgar arriba, mientras decía algo que no llegué a escuchar, pero vi su boca moverse, luego me apuntó y después, el pulgar que estaba levantando, lo pasó l...