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La temida semana de exámenes finales llegó. Tenía muchas cosas más de las que preocuparme, pero no podía descuidar mis estudios en la recta final. ¿Qué cosas además de los exámenes? Tenía que alistar las cosas para viajar e irme a vivir al otro lado del mundo por todo un año, sola. Tenía que ensayar mi rutina de ballet para la presentación que se acercaba, que sería justo el día antes de mi partida. Y muy a mi pesar, tenía que lidiar con la amistad que ahora volvían a tener Chaeyoung con su ex novia, Somi. Y es que ese mismo lunes, después de nuestra conversación, fue la misma Chaeyoung quien me invitó a almorzar con ella y Somi, invitación que cortésmente rechacé, porque no quería ver a la otra chica ni en pintura.

Una tarde la escuché riéndose, mientras mirábamos uno de los últimos capítulos de nuestro dorama, era una escena bastante triste como para reír, así que me di vuelta para entender por qué mi novia reía así. Estaba mirando su teléfono, con una gran sonrisa.

—¿De qué te ríes?—pregunté.

—Ah—se dio cuenta de que acababa de interrumpir el dorama—perdóname—apagó la pantalla del teléfono y lo dejó en sus piernas.

—Quiero saber de qué te reías—insistí.

Volvió a tomar el teléfono en sus manos.

—De un meme que me mandó Somi—giré los ojos—¿Quieres verlo?—me mostró la pantalla de su teléfono.

El meme si era chistoso, pero aguanté la risa y miré a Chaeyoung severamente.

—Es solo un meme—hizo un puchero.

—Se supone que estabas viendo el dorama conmigo.

—Tienes razón—suspiró—discúlpame—dejó el teléfono sobre la mesita de centro—¿podemos retrocederlo un poco?—pidió con una sonrisa.

Retrocedí la escena y Chaeyoung se acurrucó en mi hombro para seguir mirando.

En otra ocasión, paseando por el patio de la escuela, me fijé que, a lo lejos, había una persona tratando de saltar el muro. La reconocí inmediatamente, era Chaeyoung. Después de que logró pasarlo, decidí caminar hasta el muro y esperar a que volviera.

Sonó la campana y la chica aún no volvía. La llamé por teléfono.

—¿Mina unnie?—contestó.

—Te vi pasar el muro, la campana ya sonó ¿piensas saltarte la clase?

—Si, es que vine a la otra escuela a encontrarme con Somi, decidimos saltarnos las clases juntas—escuché a la susodicha riendo—vamos a ir a comer afuera, ¿quieres venir con nosotras?

—No quiero saltarme las clases, ni mucho menos salirme de la escuela, tú tampoco deberías.

—Por favor, unnie, ya di los exámenes del día y la clase que me toca dijeron que la dejarían para estudiar para el examen de mañana, no voy a perderme de nada.

—Has lo que quieras, pero yo no pienso acompañarlas—corté enfadada.

Por la tarde, en el horario del club, Chaeyoung llegó con una bolsa llena de comida para compartir con todas. Dejó la bolsa en el piso, mientras las demás se sentaban alrededor para comenzar a comer, miró hacia arriba para encontrarse con mi atenta mirada y me sonrió inocentemente. No pude seguir enojada con ella, me senté y uní al grupo para comer.

No me gustaba que Chaeyoung compartiera tanto con Somi, pero es verdad que nunca me excluía de sus planes, siempre me consideraba. Todo fue así, hasta el fatídico viernes de aquella semana.

Chae no asistió al ensayo y no le avisó a nadie, ni si quiera llegó a la casa de Jihyo, donde habíamos acordado juntarnos por la tarde para celebrar el término de los exámenes.

Malentendido (Michaeng)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora