14 de Noviembre, Invierno
Alice se había transformado en una especie de incentivo para asistir al colegio, aún no quería que ella se diese cuenta del caos que llevaba yo por dentro, trataba de disimular muchas cosas de mí que pudiesen alejarla, aunque pertenecíamos a mundos totalmente distintos, quizás yo pensaba que en algún instante efímero, nuestros mundos podrían encontrarse, y en esos instantes que imaginaba, era en lo que últimamente me había pasado las semanas, irónicamente Winder se volvió más cercano a mí desde que le pedí ayuda con lo de Nacilegna, me preguntó los motivos del porque quise terminarle y explicándole los sucesos ocurridos, no me quedó de otra que aceptar, que quizás, me estaba interesando un poco más aquella chica despeinada y entrometida que se había cruzado en mi vida.
Caminaba despreocupadamente, era un día bastante nevado y había olvidado mis auriculares en casa, la nieve y el frío helaban al punto de congelar hasta los órganos, pero prefería mil veces esto a que vivir por siempre en el horrible calor del verano, había un gran silencio, a pesar de que la plaza quedaba a tan solo unos 40 o 50 metros del comienzo de los enormes corredores, que permiten el ingreso a las aulas de clases, quería terminar de colorear un trabajo de historia, la profesora Rickman era sumamente estricta con la realización de sus asignaciones, y realmente debía entregar un buen trabajo que "compensase", mis faltas injustificadas a las clases por quedarme dormido en el árbol que había bautizado como "Mi pequeño refugio".
Sentí una ventisca fría mover mi cabello, tuve que subir mi bufanda hasta cubrir mi nariz, para que el frío no entrase de golpe a mil pulmones y congelase lo poco que me quedaba de vida, a lo lejos, una pequeña silueta se acercaba en dirección a donde yo me encontraba sentado realizando de último momento mis actividades de colegio.
-¡Hola!- Exclamó la despeinada con muchísima emoción, su piel se veía más pálida de lo usual debido al frío que hacía, sus mejillas y nariz completamente sonrosadas, su mirada enrojecida y ese tono de cabello tan espectacular, la hacían parecer un zorro en invierno, se veía realmente hermosa.
-Hola- Respondí sin dar mucha importancia, tratando de demostrar que no me era relevante su presencia en ese momento -¿Qué haces?- Preguntó, y era por esas preguntas tan estúpidas que la había apodado "Chica entrometida" –Tarea- Contesté en forma vacía, dándole a entender que su pregunta, era lo más patético que podría haber realizado en ese momento –Uhm- Hizo una mueca con la comisura de su labio derecho, que me dio a entender que en definitiva había captado mi señal, se hizo espacio entre mi bolso y colores para poderse sentar a mi lado, la observé de reojo, no hacía mucho, solo estaba allí sentada, con la mirada perdida en la blanca nieve que caía, tomando uno de mis colores entre sus dedos, volteó a observarme -¿Puedo ayudarte?- preguntó, ¿para qué quería ayudarme?, no era su tarea, que chica rara –Si quieres- musité, a lo que ella tomó mi trabajo y colocándolo sobre sus piernas, comenzó a darle vida a lo que era una hoja en blanco con millones de manchas negras por la tinta de las letras.
En ese momento comprendí una cosa, la misma acción que ella realizaba, en darle vida con colores a ese lienzo blanco lleno de manchones y borrones, repleto de una trágica historia, de la misma forma estaba haciendo conmigo, me estaba llenando de colores, podía sentirlo, algo en mi cambiaba cuando ella se acercaba, y eso no me gustaba.
-¡Listo!- Exclamó orgullosa de la obra de arte que había realizado en mi trabajo con solo algunos creyones –Vaya- Suspiré, primera vez que entregaría un trabajo que no gritase mis ganas de desaparecer.
Alice sacó del bolsillo de su bolso, su celular, y acercándose a mí, me dice -¿Quieres tomarte una foto conmigo?- ¿Realmente quería tomarse una fotografía conmigo?, ¿Para qué?, si fuese por mí, desearía ser un vampiro, así no podría reflejarme en ningún lugar, y no vería mi terrible reflejo ojeroso y desaliñado, y mientras pensaba en qué contestarle, ella sin esperar un permiso, ya se había abrazado a mí para tomar la foto, luego de tomarla, agradeció y se fue corriendo, pues era hora del almuerzo y Tony la esperaría.
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Simplemente Ella
Fiksi RemajaXander Guess es un chico de 16 años de edad el cual no ha tenido una vida sencilla, teniendo en cuenta que ha sido el peor error de sus padres, creció lleno de traumas que le generaron trastornos psicológicos, tiene un carácter fatal y una personali...