Simplemente Ella

Capitulo IXX

09 de Enero, Inicio de la Primavera

Me fui demasiado temprano de casa de Guel, realmente salí de madrugado, 3:00am para ser exactos, no había podido dormir atormentado por los recuerdos de cada suceso del día anterior que se reproducían torturadoramente en mi mente, dolía demasiado escuchar sin cesar las palabras de mi madre repetirse continuamente, una y otra vez "Eres igual que tu padre", seguidas de las palabras de Alice al decir "Supongo que los perros no tienen consciencia de sus actos", ¿A qué demonios se refería con eso?, ahora me encontraba sentado al borde del acantilado del abandonado mirador, preguntándome constantemente ¿cuál era el sentido de mi existencia?, Alice me odiaba y no tenía conocimiento alguno del por qué, estaba seguro que esta vez no tenía una justificación para molestarse, según yo estábamos mejorando, supongo que solo me estaba matando con una falsa idea de mi mente, y ¿cómo diablos podía regresar a mi casa?, mi madre seguro no querría verme, en ese instante el derramar de las lágrimas que bajaban a gran velocidad una tras otra rodando por mis mejillas surgió, comencé a sentirme asfixiado, no podía dejar de llorar, veía cada cosa que había y todo me daba vueltas, traté de conseguir un cigarrillo y no lograba dar con alguno, recordé que en mi mochila había guardado la cajetilla que Milly me había obsequiado, aunque sea esa chica tenía una virtud para defenderla, miraba el cielo de lo que ahora eran las 4:30am, no dejaba de llorar y sentía que quería arrancarme los pulmones del pecho, el nudo en mi garganta no me dejaba respirar, esa sensación agobiante combinada con cada desgraciado recuerdo y pensamiento, no quería seguir viviendo, ¿Qué sentido o valor podemos darle a la vida?, personas como Alice tienen oportunidades y pueden lograr muchas cosas, son queridas y sus vidas tienen un enorme potencial escrito en sus destinos, pero, vidas como las mías, son de esas que el destino ha escrito con una potencial tinta invisible, no nací para ser alguien en esta vida, y si no soy nadie, ¿qué hago viviendo?, de pronto comenzó a verse tentativo el alto de este precipicio, entre la inmensa oscuridad de la madrugada cuyos rayos de sol aún no comenzaban a asomar, podía calcular que bajo mis pies al vacío, tendría quizás unos 200 o 300 metros, al no poder mirar nada que iluminase, solo las luces de la gran ciudad a unos kilómetros de mí, y sintiéndome completamente miserable, sin remedio alguno, sin analgésico que funcionase, estando en desesperación, sintiendo asfixiarme, sin pensarlo dos veces, ya sentía mi cuerpo en el aire, sentí como caía al vacío por lo que fueron unos contados 10 segundos, sabía que por cada segundo era un metro de caída libre de un cuerpo, cuando algo interrumpió mi caída, algo golpeó fuertemente todo mi cuerpo, sentí rasguños por todas las partes de mí, acompañados de muchos otros golpes en mis brazos, costillas, piernas, y cabeza, sentí el último golpe el cual fue una superficie plana y algo acolchada debajo de mí, el dolor que sentía era intenso, no podía abrir mis ojos para ver qué había ocurrido, no se suponía que caería tan rápido, ¡Demonios!, el dolor era demasiado para soportarlo, poco a poco dejé de sentirlo y dejé de sentir mi propia respiración, poco a poco, todo se volvió completamente obscuro.

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Neith Grams

No pude dormir esta noche preocupada de dónde podría haberla pasado mi hijo, sabía que era muy probable que estuviese en casa de su amigo Guel, pero aun así tenía un susto atorado en la boca de mi estómago que no me dejaba sentir tranquilidad, desde ayer en la noche me sentía notoriamente intranquila, había llamado a Guel como a las 00:00am y me había dicho que evidentemente Xander se encontraba ya dormido a esa hora, pero aún no sabía el porqué de esta horrible sensación, eran las 10:00am y Xander no se había reportado, marqué a su celular varias veces y solo sonaba la contestadora, sabía que algo malo había sucedido, y no podía quedarme tranquila, debía hacer algo.