15 de Junio, Inicio del Verano
Había pasado los mejores días de toda mi vida desde aquella vez que ocurrió todo lo acontecido con Alice, en todo este tiempo, Gram no se atrevió a mostrar su asqueroso y vomitivo rostro en el colegio, algunos estudiantes murmuraban sobre que se había cambiado de institución, a mí me daba completamente igual, ese imbécil hijo de la chingada no quería dar su cara arruinada por la golpiza que le di, si se había cambiado de institución, solo dejaba claro que no era más que un fregado cobarde.
Se acercaban las famosas vaciones de verano, pero esta noticia, por primera vez en toda mi vida estudiantil, no me animaba, mientras más cercana era la fecha del final de los días de clases de este año estudiantil, más cercana se hacía la fecha en que Alice partiría de la ciudad, y si bien me ha prometido regresar en un año, que la veré en el próximo verano, no quiero y me niego a vivir un año sin ella, sería volver mis días a la monotonía de estos antes de que la entrometida apareciera, llenando de colores un vacío lienzo, no sabría cómo explicar con exactitud lo que ella había hecho en mí, era como decir que mi vida antes era un azul profundo ennegrecido, y que ella había llegado como un amarillo radiante y brillante, a ser el sol de ese profundo azul tenue que era mi mundo, ella era la esperanza de que uno puede cambiar para mejor, y la muestra viviente de esta filosofía nueva que ahora mantengo, era yo, he cambiado mucho, no sé cómo ni en qué momento pasó, mi relación con mi madre mejoró notoriamente, aunque su comida sigue siendo repulsiva, siento que veo el entorno con menos desprecio que antes, siento que quiero vivir por ella, para ser mejor por ella, porque ella merece lo mejor del mundo, y yo quiero dárselo.
Veía por el enorme cristal el abrazador sol que hace en el patio del colegio, estaba en clases de historia y comúnmente me dormía, pero pensar tanto en Alice no me dejaba dormir, era tan entrometida que hasta su nombre se metía sin permisos en mis pensamientos, como siempre, sumido entre la música de mis auriculares, tendía a ignorar el mundo a mi entorno, escuchando lejos las palabras de la profesora de historia, cuando la canción dejó de sonar, algo de lo que decía llamó mi atención –Para el final de las clases de este año, todos los estudiantes de primero de preparatoria pueden inscribirse para un viaje de tres días a la playa por una excursión que está sacando el colegio, la inscripción por estudiante está en 50, pueden inscribirse desde ahora- ¡Demonios!, amo demasiado la playa, si bien es cierto que aborrezco el sol, la playa es un lugar mágico que te cambia por completo el ánimo en los pocos minutos de haber llegado, y el pase era para todos los estudiantes de primero de preparatoria, debía decirle a Alice, no me importó que la clase aún no había terminado, al final de cuentas era la última clase del día, salí corriendo del salón hacia el salón de Alice, sabía que le tocaba algebra, estaba chillando y quejándose esta mañana porque debía presentar el examen de curso y no es muy buena en algebra, sin importarme que estuviese aún en clases, irrumpí en el salón, ignorando las quejas del viejo cascarrabias del profesor, tomé a Alice, terminé de anotar los resultados de las cuentas, aunque pareciese mentira, yo era realmente bueno en algebras, y en muchas asignaciones, solamente odiaba el colegio, entregándole la hoja de papel al profesor, saqué a Alice del salón, quien solo chillaba quejas con la voz como un molesto ratón –Ya guarda silencio Lynn, tus quejas atormentan mi cabeza- Ella movía sus manos con exasperación -¡¿Qué demonios te sucede Guess?!, ¡Estaba presentando mi examen de algebras!
-Ya lo terminé por ti Lynn, si repruebas, compro al profesor- Ella rodó sus ojos con molestia, detestaba el hecho de que yo me despreocupase tanto por mis calificaciones porque sabía que mi imbécil padre compraría el año escolar –Solo bromeo Lynn- Acercándome a su oído susurré –Vas a aprobar- Apartándome de ella no pude evitar sonreír triunfante al darme cuenta de que ella estaba completamente roja -¿Por qué te enrojeces Lynn?- Pregunté con una sonrisa torcida en mis labios -¡Déjame en paz Guess!- No pude evitar carcajear ante su reacción, alzando ambas manos a mis costados en señal de rendición –Calma Lynn, vengo en son de paz- Dije, esbozando una sonrisa sarcástica en mi rostro, ella rodó los ojos y decidí que era el momento de hablar -¿Quieres ir al viaje a la playa?, por el viaje del colegio, ¿Sabes?
-Es muy costoso Guess- Abrazándose a su pecho desvío de mí su mirada –Sabes que... Que estamos con los gastos para irnos de la ciudad...- Quería ignorar ese comentario, quería evitar demostrar que cada vez que ella me lo recordaba, algo dentro de mí se partía en mil pedazos, dolía infinitamente, pero tratando de mostrarme indiferente y no demostrarle cuanto me afectaba su ida, respiré hondo, y con una sonrisa fingida proseguí hablando –Yo puedo pagarlo Alice- Iba a refutarme lo que dije, pero la interrumpí antes de que pudiera decir algo –Pronto llega tu cumpleaños Lynn, déjame darte de obsequio ese viaje- Sonreí tratando de mostrarme superior ante ella, pero la tristeza me notaba demasiado en cada palabra que soltaba de mi boca, ella suspiró rendida –Está bien Guess, pero- Haciéndome gesto de amenaza –Si gastas dinero en comprarme algo luego por mi cumpleaños, juro que te mataré antes de irme de la ciudad- Rechisté y blanqueé mis ojos, alzando nuevamente mis manos a mis costados en señal de rendición –Tú ganas Lynn- Ella sonrió triunfal y yo... Bueno, yo estaba feliz de haber ganado una contra ella, sin embargo, sabía que no me asesinaría, igual le daría un obsequio por su cumpleaños luego.
...
Llegaba a mi casa luego del colegio, era día libre de mi madre por lo que estaba en casa, al entrar, escuché a mi madre discutir con alguien, aparentemente, tenía una conversación al teléfono, por su manera de hablar, ya sabía con quién estaba discutiendo –Luego de tantos años, ¿Ahora si quieres hablarme de buenas maneras?, No Guess, Xander aún no ha llegado, ¡No es mi jodido problema lo que ocurra en tu vida!, ¡No te conseguiré un cupo para la perra de tu nueva mujer en el hospital!, ¡Deja tu maldita tacañería y págale clínica!, y si no hay puestos, no es mi jodido problema- Me apoyé del marco de la puerta, viendo a mi madre de espalda, sostener con su mano el teléfono inalámbrico de la casa, tosí un poco para llamar su atención, se giró a verme, e hice una seña con las manos de preguntar ¿Qué demonios pasaba? –Ya llegó tu hijo, arréglatelas con él- Acercándose a mí, me entregó el teléfono en mis manos, estaba hecha una furia y levantando sus manos con exasperación musitó –Ve que tú padre es un imbécil- Dejándome completamente solo en la sala, llevé el teléfono a mi oído -¿Hola?- La voz de mi imbécil padre sonó preocupada por la línea –Hijo... ¿Có... Cómo estás?- ¿Mi padre preguntándome cómo estaba?, ¿Qué demonios le pasa? –Uhm... Bien... ¿Qué pasa?- Pregunté, mientras más rápido terminase esta conversación, mejor para mí, lo único que necesitaba de mi padre en estos momentos, era dinero para llevar a Alice al viaje del colegio –Bueno... Hijo, Mary se ha complicado mucho con su embarazo, está muy grave y tienen un sangrado constante... No he conseguido un cupo en la clínica aunque amenacé con comprar el lugar... Y tú madre no quiere ayudarme con un cupo en el hospital- Sentí ira recorrer mi cuerpo y entendí en ese preciso momento lo que Alice decía, el dinero no puede comprarlo todo, y al parecer mi padre acababa de entender eso -¿Y yo que tengo que ver en esto?- Hubo un silencio ante la pregunta que le había hecho a mi padre, se escuchó un suspiro y luego, la voz temblorosa de mi padre tras la línea –No... No tenía con quien hablar... Lamento molestar Xander, hijo... Te enviaré el dinero de tu manutención de este mes duplicado, gracias- La llamada se colgó al instante y un nudo apretó mi pecho, sentí no solamente ira con mi padre, ira conmigo mismo, el rencor me había cegado el entender que quizás solo necesitaba hablar con alguien, pero yo era la persona menos indicada para eso, luego de todo lo que por años me hizo pasar, no pretenda venir a buscar consuelo en mí como su único familiar, me daba asco y repulsión pensar en eso, tantos recuerdos desesperantes vinieron a mi mente en este momento, decidí subir a mi habitación, encender un cigarrillo y llamar a Alice mientras fumaba, le conté todo lo que había acontecido, su respuesta era quizás algo que ya me esperaba.
-El rencor no es bueno, a las únicas personas que este les afecta, es a nosotros mismos, pues vivimos odiando y enfermándonos por las acciones de las demás, nunca he odiado a nadie, puedo perdonar a todos los que me han lastimado, deberías también perdonar Guess... Al menos, escucharlo, recuerda que tú también necesitas que alguien te escuche de vez en cuando- Suspiré hondo, asentí y colgué la videollamada, decidí quedarme en mi cama, ¿Perdonar?, ni en broma, los monstruos cómo él no merecen ser perdonados.
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Simplemente Ella
Teen FictionXander Guess es un chico de 16 años de edad el cual no ha tenido una vida sencilla, teniendo en cuenta que ha sido el peor error de sus padres, creció lleno de traumas que le generaron trastornos psicológicos, tiene un carácter fatal y una personali...