27 de Noviembre, Invierno
Debo admitir que pensé toda la noche como me robaría a Alice ahora que tenía moto, no sabía si quiera si a ella le gustaban, quizás había actuado por impulsos, había conseguido mi licencia después del colegio el día anterior, y había ido por malteadas con Milly, debo admitir que Milly era una chica interesante la cual tenía los mismo gustos que yo, sabía quiénes eran los líderes del género Trap Sad y quienes eran los reyes del Rap, eso me parecía fantástico, además que Milly no trataba de encajar en la corrompida y absurda sociedad, ella solo existía, al igual que yo, y me hacía sentir una especie de compatibilidad con ella, era alguien que realmente me entendía.
Había llegado por primera vez en todos mis 16 años por el estacionamiento del colegio, mi moto era bastante llamativa como para no llamar la atención ese día, apenas llegué, la mirada de muchos hipócritas se encontraba sobre mí, ya los imaginaba a todos acercándose a mí y queriendo hablarme, pues este tipo de motocicletas eran bastante costosas, y si le hablaban a Guel solamente por ser un niño adinerado, querrían también hablarme a mí, bajé de mi moto quitándome el estúpido casco que mi padre había comprado por mi "seguridad", prometí que lo usaría pero solo las primeras semanas hasta que le agarrase más el truco de manejar esta cosa, dejando el casco sobre la moto mientras me desabrochaba los guantes que realmente esos si los había querido comprar yo, y es que eran de cuero negro con rosado, y combinaban perfectos con mi suéter gris con negro y blanco que jamás me quitaba, mi bufanda negra y mis pantalones igual negros, rotos y con cadenas que colgaban de mis trabilleras, me sentía del asco pero con estilo, ignoraba las miradas que se encontraban clavadas en mí en ese momento, haciendo una mueca con la comisura de mis labios, solté un suspiro, aseguré la moto y pasando mi mochila sobre mi hombro, tomando el casco con la otra mano disponible, me dispuse a ingresar a la fregada cárcel institucional llamada "colegio educativo".
Me dirigí a mi casillero para guardar el casco dentro, no planeaba dejarlo sobre la moto, había costado más que los automóviles de los chicos que se querían dar de ricos en este molestoso lugar, al cerrar mi casillero, detrás de la puerta se encontraba parada Milly -¿Qué haremos hoy?- Tenía mis planes de robarme a Alice, pero Milly era demasiado insistente y sabría que no se daría por vencida hasta que yo aceptase salir con ella –No lo sé Milly, ¿A dónde planeas ir?
-Pues no lo sé, ¿A comprar casetes?- ¿Por qué querría comprar casetes?, ¿Estaba loca?, ¿no sabría que ahora existía el YouTube y era más rápido y sin costo? -¿Por qué debería comprar Casetes?
-Son lindos, hay una tienda donde tienen las rolas de Peep en casetes, y no solo las de Peep sabes, puedo obsequiarte un reproductor, mi padre tiene muchos sin uso y todos me los ha obsequiado- Era algo extraño, pero teniendo en cuenta mi amor por las cosas antiguas y simplistas, decidí aceptar –De acuerdo Milly, me has comprado- La chica chilló de emoción, dedicándome una sonrisa, batió su perfectamente cuidado cabello rizado negro y se fue, solté un suspiro y me dispuse a caminar por los helados pasillos invernales del colegio, una voz femenina conocida sonó detrás de mí.
-Hola Xander- ¿Ahora que quería esta chica? -¿Qué quieres Nacilegna?
-He visto que te has comprado una moto, es solo eso, ¿Me darías un paseo?
-Lo siento Caramelo, estoy comprometido en llevar a alguien más.
-¿Llevarás a tu conejito Alice?- Me incomodaba que la llamase así, aunque ahora que lo pensaba, ¿Por qué se había referido a ella como "mi conejito"?- No es mi conejo y no la llevaré- ¡Demonios! ¿Qué chingados acababa de decir?, compré esta moto para robarme a Alice y ahora no la subiré a ella si no a Milly, ¿Qué demonios me pasaba? –Uhh... Es como si no le fuera a contar a tu coneja de esto- ¿Contarle qué?, ¿Qué estaba haciendo mal?, bueno sí, quizás estaba llevando a otra chica conmigo y estaba saliendo con otra chica, pero no la veía como algo más, Alice era quien me motivaba a asistir a esta fregada institución, ella era el motivo por quien aguanté una cena con las personas más insoportables de la tierra, usando una camisa de botones súper ridícula, todo lo había hecho por Alice, y ahora que lo pensaba, Alice era con quien menos había platicado en estos últimos dos días desde que la había hecho enfadar, giré sin contestarle a Nacilegna y me dispuse buscar a Alice, escuché a Nacilegna gritarme -¡Eres igual que yo Xander, Alice sabrá esto!- No me importaba lo que ella dijese, me importaba hacerle saber a Alice que siempre era ella, se trataba de ella, no de Milly, no de la barata de Nacilegna, era Alice, y ella debía saberlo, el timbre de que se debía ingresar a clases me impidió seguir mi búsqueda... Quizás alcanzaría a hablarle en el almuerzo...

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Simplemente Ella
Ficção AdolescenteXander Guess es un chico de 16 años de edad el cual no ha tenido una vida sencilla, teniendo en cuenta que ha sido el peor error de sus padres, creció lleno de traumas que le generaron trastornos psicológicos, tiene un carácter fatal y una personali...